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¿Flores que no son flores?

¡Qué el frío no sea excusa para disfrutar de espacios florales! Este otoño se imponen en arreglos las flores secas, preservadas, de papel y de tela como una tendencia deco tipo vintage

Como muchos sabemos, en invierno escasean las flores frescas, aunque otras permanecen durante todo el año como los crisantemos, las amarilis, prímulas, pendientes de la reina, hortensias de invierno, pensamientos y violetas de los Alpes.

Las flores generan calidez y armonía, decoran los distintos ambientes, haciéndolos lugares más íntimos y gratificantes.  Una flor despierta emociones y es sinónimo de afecto sobre todo cuando las regalamos porque aportan energía y vitalidad. Pero es cierto que los días más frescos no serían los más óptimos para estas bellezas de la naturaleza por eso podemos recurrir a opciones creativas para tener flores que pueden no ser las recién florecidas pero que logran conquistar de igual manera.

Claudia Gómez, de EspírituArtesanok, explica la diferencia entre flores secas, preservadas, de papel y/o de tela: “La distinción entre flores secas y flores preservadas. Ambas son naturales. Las flores secas son aquellas sometidas a un proceso de deshidratación, colgando pequeños ramos hacía abajo, en un lugar oscuro y carente de humedad. Las preservadas, por otra parte, son sometidas a un proceso de rehidratación, que requiere el uso de glicerina y otros compuestos vegetales que permiten mantener el aspecto y la flexibilidad de las mismas”. Por lo tanto, la artesana recuerda que las preservadas o secas son flores naturales que a través de un proceso han logrado mantenerse vivas.

Tantos una como las otras se pueden trabajar en ramos, decorados o arreglos florales para colocar en un espacio o regalar de la misma manera que hacemos con las flores naturales.   Si bien en una época desaparecieron quedando obsoletas, la moda de las flores no frescas vuelve con fuerza para brindar toques ultra femeninos a la decoración.

“Tanto las flores de papel, como las de tela, que pueden acompañar a las secas o a las preservadas, permiten una variedad infinita de diseños, texturas y técnicas. Poseen una gran versatilidad, se realizan en diferentes tamaños y colores y son fáciles de personalizar” agrega Claudia, mientras hace magia con sus manos y su creatividad, logrando arreglos florales que cambian un rincón. Estas flores en muchas ocasiones logran una similitud tal con la flor original que se pueden confundir. Las violetas de papel, los jazmines de tela o las rosas rococó de papel crepe son muestra de ello.

Mendoza cuenta con muchísimo material para lograr estos arreglos, ya que tiene vegetación apta para la deshidratación y una amplia variedad que muestra su máximo esplendor en otoño.  La montaña mendocina ofrece una flora silvestre apta para deshidratar o disecar preservando sus aromas por largo tiempo.

“Muchos me preguntan cómo limpiarlas; sencillamente deberán pasar regularmente un secador de cabello para eliminar el polvo que éstas podrían acumular. Una gran ventaja: no debes regarlas y requieren un mínimo cuidado” agrega la artesana.

Las flores en todas sus concepciones ofrecen el encanto de la naturaleza y en esta ocasión suma la posibilidad de tenerlas en ambientes con las ventajas de embellecerlo sin demasiados cuidados. Por eso, embellece el frío con flores y anímate a crear tu propio arte.

Todas las fotos son gentileza de EspirituArtensanok. Lo encontrás en instagram en @espirtuartesanok

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