Chila Pérez: alma, corazón y vida por el trail running mundial
La corredora mendocina vuelve a soñar alto y buscará en el Mundial de Montaña y Trail Running, en Tailandia, repetir los éxitos que obtuvo en las alturas de los Pirineos
Silvina ‘Chila’ Pérez (42), es una atleta de elite, una enamorada de las montañas, mendocina hasta la médula, dueña de una mirada transparente y una sonrisa infinita. La Chila es pura actitud, motivación, solidaridad. Es de esas personas que siempre deseas tener cerca porque empujan la vida, la tiñen de color, y buscan la luz del sol a pesar de los días grises y la incertidumbre.
Profesora de educación física, especializada en psiconeuroinmunología, madre de Facundo y Gonzalo, cuenta en su haber con más de 30 carreras Ultra Trail alrededor del mundo, es líder del gimnasio Chilates y, se consolida entre las más grandes del atletismo.
La prestigiosa Ultra Trail de Mont Blanc, en Francia; Patagonia Run; kumen Aconcagua; la Trail de los Filos, en Bariloche; la Ultra Salomon Pireneus; la TDS Trail 100 Andorra, son sólo algunas de las carreras de montaña que va sumando. Lo cierto es que, la Chila va superando obstáculos, consiguiendo nuevas metas, alzándose medallas y chaquetas de ‘finisher’ en podios que alimentan su alma, su espíritu.
En la última UTMB, enclavada en senderos alpinos de Chamonix, y una de las carreras con mayor prestigio del calendario Trail, la mendocina corrió 170 kilómetros en 31h 27m19s, alcanzó los 9.100 metros de desnivel positivo y finalizó 17° convirtiéndose en la primera mujer sudamericana que cruzó la meta, y la mejor argentina en la clasificación general (tanto de Caballeros como de Damas).
A poco más de un año de esa explosión de emociones, la corredora vuelve a sentir el running en las venas, reversiona su estado de plenitud y se proyecta nuevamente entre picos nevados, senderos de piedra, ríos, bosques y arroyos. Es que ‘Chila’ Pérez, fue seleccionada -junto a casi 50 corredores- para representar al seleccionado argentino en el primer World Mountain & Trail Running Championship, en Chiang Mai (Tailandia). Mundial a celebrarse del 3 al 6 de noviembre, y donde se repartirán títulos a los campeones de Trail Running, Ultra Trail Running, Classic Up & Down y Uphill, además del título sub20 de Up & Down.
Allí, la Chilita (como suele llamarse ella misma a través de las redes sociales) será la única mendocina que competirá en la modalidad Ultra Trail-Running en un trazado de 80 kilómetros, donde buscará repetir los éxitos europeos y elevar la celeste y blanca desde la cumbre asiática.
Casi sin respiro, sin pestañear, sin recuperar, y sin pensar, la aventura de Chila continúa la aventura por la Cordillera del Himalaya, tras el mundial. Ese mismo día, cuando haya cruzado el arco, volará a Nepal, y allí protagonizará la décima edición de la Everest Trail Race. Se trata de una prueba de aproximadamente 170 kilómetros, diseñada en 6 etapas en formato semi autosuficiente, es decir que los corredores deberán cargar con el material obligatorio para vivir mientras dura la carrera.
Antes de abrir sus alas, sentir la libertad de las montañas, y poner a prueba, una vez más, sus capacidades físicas y psíquicas, la atleta conversó con Voilà sobre esta experiencia, sus expectativas, sensaciones, emociones y motivaciones.
-Venís de grandes logros, desafíos y satisfacciones. ¿Sos consciente de todo lo que sos capaz?
-Muchas personas me dicen que soy una inconsciente (risas). Creo que a veces no tener conciencia me hace destacar la humildad, porque eso me considero, muy humilde y humana ante todo esto que voy transitando. Cuando llego a la meta siento que se me expande el alma, siento algo tan lindo internamente que trato de transmitirlo a mi gente, a mi entorno, a mi familia, a las Chilateras. Me encanta compartir el momento, que las personas tengan conocimiento de todo esto lindo que genera la naturaleza, la montaña, que sana todo tipo de problemas y tristezas. Siempre tenemos algo que sanar, sea mínimo o máximo, y eso se puede lograr a través del contacto con la naturaleza y el ejercicio que te genera toda esa endorfina y serotonina. Por ejemplo, muchas veces cuando llego a la montaña lo primero que hago es sacarme las zapatillas y poner en contacto mis pies con la tierra, las piedras, el agua.
-La montaña es un motivador muy especial en tu vida, ¿qué te genera estar en el medio de tanta inmensidad?
-En la montaña me siento libre, feliz. Siento que las montañas me abrazan, me dan cariño, amor. En las carreras me sucede algo muy loco que no lo siento cuando entreno: mi cabeza va por un lado y mi cuerpo es automático, sobre todo en la noche, pareciera entrar en un estado de «flow» zarpado, algo increíble. Hay momentos que me sorprendo y me digo a mi misma ‘estoy corriendo’, y estás tan metido en tu mundo, que no pensás en nada, sólo te dejás llevar. A veces me preguntan qué pienso durante 30 horas mientras voy corriendo, y lo cierto es que no sé responderlo porque lo que hago es disfrutar. Es algo hermoso. Por ejemplo, en la UTMB o en la TDS Trail 100 Andorra iba bajando por un valle de noche con el cielo lleno de estrellas, de repente veo el amanecer y me doy cuenta que estaba en medio de un valle de flores y agua increíble. En ese instante vos decís no puedo creer que esté acá, es algo muy loco. Mi ser está preparado, y he ido preparando mi cabeza a muchas situaciones de la vida.
-¿A qué te referís?
-Una de las cosas que siempre destaco son las dos operaciones de corazón de mi hijo, después de eso nada, pero nada te hace sentir vulnerable. Cuando vos entregás a tu hijo para que lo operen en un quirófano durante 14 horas, 3 días a corazón abierto, nada más te tira y soy una mujer que le da para adelante, soy muy guerrrera y todo lo hago con amor. Puedo equivocarme, de hecho me he equivocado un montón de veces, pero trato de que la gente o mis hijos vean que te pueden pasar estas cosas y que con fuerza, esfuerzo, amor, voluntad y perseverancia le das para adelante.
-¿Cómo te sentís para el próximo trail running mundial?
Es un hermoso desafío, me siento lista. Somos cuatro mendocinos que viajamos, y casi 50 atletas que vamos al mundial, con distintas distancias. Yo pertenezco a la ultra trail con 80 kilómetros. Me he preparado durante todo el año, siempre trato de estar preparada por las dudas (risas), y se dio así. Corrí Andorra, donde quedé segunda en las mujeres, ahí me invitaron a participar en la UTMB por eso me quedé en Europa donde seguí entrenando, luego corrí, me fue muy bien y a partir de allí me convocan para representar a Argentina en el mundial. Obvio que dije ¡sí!. Somos cuatro mujeres y cuatro hombres argentinos en mi distancia que vamos a ir a dar todo lo mejor de nosotros. Lo cierto es que competimos con países extremadamente evolucionados en la parte deportiva y con atletas que viven para esto. En nuestro caso, por ejemplo, todos tienen otros trabajos, y deben entrenar duro para llegar a esta instancia, entonces el esfuerzo es doble.
-¿Qué significa estar a la altura de los mejores atletas del mundo?
-No dimensiono que soy una deportista de elite. Yo voy y disfruto, pero a medida que va pasando el tiempo me doy cuenta que soy una corredora de elite. Y como te comentaba recién, nosotros tenemos que sacrificarnos más, a diferencia de este grupo de atletas que viven de esto. Yo también dedico mi vida al trail, pero tenemos que trabajar para poder sustentar todos los gastos como aéreos, hospedajes, se nos hace cuesta arriba todo.
-Necesitan sponsors, marcas que los apoyen para lograr sus objetivos…
-Es fundamental tener ese apoyo. Para esta etapa del mundial nos ayudó la Subsecretaría de Deportes de la provincia, y personalmente cuento con el sponsoreo de empresas privadas como Mercedes Yacopini, Chevrolet Yacopini, Triunfo Seguros. También recibo la ayuda incondicional de las Chilateras. Muchas de ellas tienen empresas y me donan servicios o algunos de sus productos para hacer sorteos a través de las redes sociales. Las Chilateras son todo, son mi vida, el amor que recibo de ellas es único. Cada vez que corro, siento el cariño de todas, como el de mi familia y el de un montón de gente que quizá no conozco personalmente, pero siempre recibo cosas lindas. Nunca he tenido una mala experiencia, al contrario, he sentido mucho respeto.
-Tal vez, estés cosechando tu siembra…
-(Sonríe). Puede ser, lo que sucede con las Chilateras es algo que no se ve en todos los grupos. Somos un grupo de mujeres que nos contenemos, te sentís tan acompañada que te hace superar cualquier problema o adversidad. Disfrutamos de las alegrías, nos acompañamos en todo. Se enferma una y estamos todas, se enferma un hijo y estamos todas, te pasa algo triste o alegre, y estamos todas. Nos acompañamos en todas las emociones. Es muy lindo.
-¿Y cómo te juegan las emociones en una carrera?. Digo, ¿suele movilizarte el sentirte sola en medio de una montaña?
-Yo le doy para adelante, siempre. Pero ahora que me preguntás, pienso algo que me sucedió hace poco cuando estaba entrenando: llegué a un lugar tan lindo, puse una canción en el celular, empecé a cantar y lloré de emoción. Se me soltó una lágrima, pero fue una lágrima de placer, de gratificación. Y en las carreras siento algo muy fuerte internamente, de no creer donde estoy. No importa si estás en la montaña, cualquier deporte que requiera de esfuerzo, voluntad, perseverancia, todo eso es muy válido porque para llegar a eso le pusiste mucho amor, dedicación y también tuviste que dejar y perder muchas cosas de tu vida, es mucho sacrificio. Gracias a Dios tengo el apoyo incondicional de mis hijos, siempre traté de inculcar en mi familia el deporte, entonces eso me fue llevando a que lo comprendan, lo vivencien de la misma manera que yo. Todo se ha dado muy natural, y en cierta medida haber llegado hasta acá es también dar el ejemplo a mis hijos, y demostrarles que la conducta del deporte pueden aplicarla en su vida, ante las adversidades y a todo aquello que pueda sucederles.
-Una Ultra Trail debe estar llena de adversidades, ¿cómo te preparás ante los imprevistos?
-No voy pensando qué me puede suceder, ni se me cruza por la cabeza. La gente me dice: ‘¿no te da miedo ir sola?, y la verdad que es cuando mejor la paso. Estoy horas sola, me conecto conmigo misma, y lo único que voy pensando es en los pasos que tengo que dar, donde tengo que pisar. Es tanta mi concentración que lo que menos pienso es que pueda suceder algo, y si ello ocurre sé que lo voy a solucionar.
-¿Qué es lo que te sostiene fuerte para continuar cada paso?
-La voluntad, la fuerza, el alma. El alma es todo, y me acompaña siempre. Y cuando tengo alguna cosilla lo primero que pienso es en mis hijos y me digo a mí misma 'Chila, dale... tus hijos, y le doy'. Siempre pienso en terminar una carrera, no voy pensando en salir primera, cuarta, sexta, o la posición que sea, para mí lo importante es terminarla y disfrutarla. Me tengo que ir conectando mucho con mi cuerpo porque tengo que ir viendo cuando necesita energia, cuando puedo aguantar, para colmo mi alimentacon no esta en los puestos de hidratacion porque yo como totalmente diferente, entonces me la llevo en la mochila, o en los puestos q me asisten tengo que tener mi comida o tenes bolsa para ir a buscarla, en eso pierdo tiempo, me asisten en ciertos puntos y yo les indico que comida deben tener. En el mundial llevare conmigo la comida porque no tenes asistencia.
-En este tipo de carreras el compañerismo es fundamental. ¿Te ha pasado eso de tener que detener tus tiempos para darle una mano a otro atleta?
-Siempre que veo a alguien parado le pregunto si necesita ayuda. El problema es en las carreras internacionales, yo no hablo inglés ni francés, entonces los gestos hablan por sí solos (risas). De todas maneras, normalmente la persona detenida es porque está descompuesta y no quiere que le hables, está en su mundo, yo igual pregunto. En Chilates, ante todo está el compañerismo, el ver cómo está la otra persona, cómo se siente. Cuando corren las Chilateras trato de acompañarlas a todas, me encanta estar a su lado.
-¿Dónde nació esas ganas por las largas distancias?. Ahora, sin ir mas lejos en noviembre, estarás corriendo casi 250 kilómetros entre una y otra carrera...
-Empecé a sentirme muy cómoda en las distancias largas. Me di cuenta que mi fuerte está en la resistencia. La mujer desarrolla mucho la resistencia a partir de los 35 años, tenés más cabeza y otros condimentos que de chica no los tenés. Personalmente creo que es impresionante cómo voy evolucionando y madurando emocionalmente, y eso me lleva a hacer carreras cada vez mas largas. Se trata de madurez emocional y eso me va llevando a que pueda lograr cada objetivo, tengo mucha cabeza, y estoy muy conectada íntegramente cabeza, alma y cuerpo. La alimentación que tengo y lo consciente que soy con mi cuerpo, también ayudan mucho.
-¿Tenés un límite?
-Creo que no (risas). No tengo techo, al menos eso es lo que siento ahora. Imaginate ahora cuando viva un mundial que nunca lo he vivido, después en el Everest con todos esos lugares increíbles.
-¿Qué expectativas tenés en el mundial?
-Pasarla hermoso, ganas de conocer gente que esté en mi mismo ambiente, experimentar la vida de otras personas. No sé, se te pueden despertar tantas cosas. Ya estoy mentalizada, con la cabeza allá. Si bien ya viví una UTMB (la carrera más impresionante de trail del mundo), no he vivido nunca un mundial y estoy feliz por experimentarlo.
-¿Qué te dejó en lo personal la UTMB?
-Mucha satisfacción, alegría y orgullo. Una felicidad tremenda que me salía de los poros.
-¿Cómo sigue el futuro deportivo de la Chila?
-¡Uy que pregunta! (respira profundo). Por lo pronto me voy al mundial, luego al Everest y con esa carrera ya terminaría el año, porque al finalizar viajo a la India para descansar y conocer. Después regreso y mi entrenador ya me tendrá preparado el año, tenemos que charlar sobre la continuidad, los objetivos, entre otras cosas. A mí me gustan mucho los desafíos y todo el tiempo pienso salir del estado de confort, eso lo aplico mucho en Chilates para que cada persona descubra internamente otras cosas, les entreno la incertidumbre. Cuando se te presenta un conflicto seguramente te bloqueas y no podés avanzar, en cambio si ejercitás la incertidumbre conseguís herramientas para salir de cualquier situación crítica. Lo mismo sucede en una carrera, y todo se puede aplicar en la vida misma.
-Estamos en un mes muy especial, nos encontramos con un octubre de fechas simbólicas como el cáncer de mama o el Día de la Madre. Como mujer, ¿cómo te conectas con estas fechas?
-Mi mejor amiga falleció de cáncer, asique le tengo mucho respeto. Considero que es algo que nos tenemos que ocupar, sobre todo para prevenir. Si te hacés el estudio de mamas anualmente, a tiempo, tiene cura. El tema es cuando una persona se deja estar, y ahí ya es cuando el cáncer te tomo todo el cuerpo, y se complica. La verdad cada vez se habla más del tema y por lo tanto hay más conciencia de la gente. Hoy en día, cuantas personas tenés a tu alrededor con cáncer de mama y pueden salir adelante, con amor, con cuidados, con el apoyo de profesionales. Como deportista mi mensaje a quienes estén atravesando una enfermedad o un momento difícil, es que se abrace a la naturaleza: el sol es energía. A diario uno deja de lado ese contacto y pierde la conciencia en algo tan simple y que es tan importante para el cuerpo. La naturaleza sana.
Y respecto del Día de la Madre, para mí es todos los días. Me encanta ser mamá. Fui mamá muy joven y gracias a ello puedo ser quien soy a mis 42 años. Mis hijos son incondicionales, son el motor, son mi amor, son la lucecita que esta siempre prendida. Es muy lindo festejar ese día, saludar a mi mamá, a mi hermana que para mí es una mamá para mis hijos. Es muy lindo compartir ese día con tus amigas, es un día hermoso.