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Regresión a Vidas Pasadas: La terapia que explora el alma

Esta práctica, popularizada a nivel mundial por el Dr. Brian Weiss, se posiciona localmente como una herramienta psicológica profesional, guiada exclusivamente por expertos de la salud mental

En un contexto de creciente interés social por enfoques de bienestar más integrales, la Terapia de Regresión a Vidas Pasadas (TRVP) emerge como una terapia complementaria que busca desentrañar el origen de conflictos emocionales, traumas persistentes, relaciones problemáticas, patrones de conducta nocivos y un entendimiento más profundo sobre la existencia actual.

La novedad reside en que esta práctica, popularizada a nivel mundial por el Dr. Brian Weiss, se posiciona localmente como una herramienta psicológica profesional, guiada exclusivamente por expertos de la salud mental.

La TRVP es presentada como una técnica que, en el marco de una terapia breve, postula que ciertos dolores, fobias o patrones de comportamiento inexplicables en la vida actual, pueden tener su raíz en experiencias de supuestas existencias anteriores. Sin embargo, su eficacia no depende de la creencia en la reencarnación, sino de su manejo clínico.

Asimismo, esta técnica aborda aprendizajes o nuevas concepciones de la realidad actual, facilitando un encuentro con el alma a través de la intuición y de la activación de la glándula pineal. Este método, se ofrece ahora en Mendoza por la lic. Florencia Mouradian, como una herramienta innovadora para la autocomprensión y la sanación emocional.

La guía de un profesional de la salud: clave del proceso

La terapia de RVP suele estructurarse en tres sesiones: las dos primeras, de aproximadamente 45 minutos, y la regresión propiamente dicha, de unas dos horas de duración. Durante este proceso, el paciente es guiado por un profesional de la psicología especializado, quien lo acompaña a alcanzar un estado de relajación progresiva y profunda, similar a un ensueño consciente.

En ese estado, la persona comienza a percibir imágenes, sensaciones o pensamientos atribuidos a vidas pasadas.

«En este estado de relajación consciente, la persona puede hablar mientras recuerda, permaneciendo en todo momento en control de la experiencia y con plena capacidad para expresar o solicitar lo que necesite,» explica Florencia Mouradian, psicóloga con orientación psicoanalítica y pionera en la práctica de RVP en Mendoza, formada directamente por Liliana Hollman, única discípula de Brian Weiss en Argentina.

Esta aclaración subraya el rigor y el control consciente que diferencia la RVP profesional de otras prácticas esotéricas.

La Lic. Mouradian enfatiza que la clave terapéutica reside en cómo el profesional guía al paciente a acceder a este material desde un estado de conciencia que facilita la comprensión y la sanación. Al concluir la regresión, el paciente recuerda con claridad todo lo vivido, lo cual es fundamental para el posterior trabajo de integración y análisis.

Esto se da utilizando su propia intuición para comprender y transformar el contenido simbólico de su alma.

Enfoque científico vs. creencia personal

Uno de los aspectos que la Lic. Mouradian aborda con énfasis es la separación entre el método terapéutico y el sistema de creencias del paciente: “La creencia religiosa o el paradigma personal no son un requisito para beneficiarse de la TRVP. Cualquier persona, independientemente de su fe, puede experimentar una profunda conexión interior. El foco está en el valor terapéutico del material que emerge, no en su verificación histórica”.

El objetivo primordial de la regresión, vista como herramienta psicológica, es ofrecer una vía para buscar el origen de un sufrimiento cuando este parece desproporcionado o inexplicable. Al poder visualizar y comprender la supuesta causa inicial del trauma, el dolor se transforma, según la especialista, en un aprendizaje significativo.

La regresión como herramienta psicológica

El hecho de acceder a estos recuerdos o vivencias genera un efecto transformador: enseña al cerebro a alcanzar estados de relajación, paz y armonía, al tiempo que permite integrar los aprendizajes de otras vidas en el presente.

“Las regresiones nos ayudan a ser más respetuosos y compasivos, tanto con nosotros mismos como con los demás. Nos permiten reconocer y honrar el yo ajeno, y nos brindan la posibilidad de ponernos verdaderamente en el lugar del otro al revivir distintas experiencias y roles a lo largo del tiempo”, concluye la especialista.

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