Halloween, la festividad más contradictoria
Cada vez que llega finales de octubre y se acerca Halloween surge los antagonismos sobre lo bueno y lo malo de celebrar esta festividad pagana, mientras que los niños solo quieren disfraz, golosina y “una noche de miedo”
Sombreros, calabazas, golosinas, fantasmitas, disfraces de vampiros, brujas y zombies. La televisión y las plataformas nos inyecta a toda hora una buena dosis de películas de terror, series de muertos, vampiros, poseídos y otras criaturas propias de un tren fantasma. Mientras que los niños ven al diversión de una noche oscura, colmadas sustos manejables y la premiación de las golosinas, los adultos se siguen cuestionando si es correcto o no fomentar esta celebridad exportada de otras cultura, no siempre compatible con las creencias.
Halloween, contracción de All Hallow´s Eve (Víspera de Todos los Santos) también conocido como Noche de Brujas es una fiesta de origen pagano que se celebra todos los años el 31 de octubre y cuyas raíces provienen de un antiguo festival celta conocido como Samhain («Fin del verano» en irlandés antiguo). El arquetipo de los santos que impera por doquier es el de la bruja con caldero, verrugas y hechizo, que desata su magia en los confines de la noche. También es la celebración de la posibilidad de contactar con los muertos, con los que abandonaron este plano. En México, (un país que comparte creencias religiosa con Argentina) el Día de Muertos es de gran importancia: se hacen fiestas dentro de los cementerios y se les realizan ofrendas y recordatorios. Lo mortal se toca con lo vital de las velas y las reuniones llenas de flores y cantos. Sin embargo, en Argentina, el Día de los Muertos es una fecha que pasa sin demasiado sentidos, por lo que exportamos la costumbre del festejo solo por la fiesta en si, pero no por la valoración de la celebración.
Asimismo, los chicos aman disfrazarse y esta cultura se prolifera. No es ni buena , ni mala es simplemente un festejo que no tiene un valor real sino que solo se vive como una noche distinta de disfraces, dulces y cuentos de terror.
¿Cuáles son los orígenes de Halloween?
Aunque actualmente es un día de disfraces, dulces y niños sus orígenes no son tan alegres. La fiesta se celebraba en Irlanda cuando la temporada de cosechas tocaba a su fin y daba comienzo el “año nuevo celta” coincidiendo con el solsticio de otoño. Se creía que durante esa noche los espíritus de los muertos podían caminar entre los vivos.
Los antiguos celtas creían que con la llegada de Samhain la línea que une a este mundo con el de los muertos se estrechaba y los espíritus buenos y malos podían pasar a través de ella. Se cree que el uso de máscaras era para ahuyentar a los espíritus malignos. También se celebraban banquetes en las tumbas de los antepasados familiares.
Los ritos sagrados celebrados tenían en sus orígenes un carácter purificador y religioso entre los que estaba la comunicación con los muertos, a los que se les ayudaba a encontrar su camino colocando velas encendidas en las ventanas.