Andrea Richardi: «Valorarnos a nosotras mismas es la única moda que no pasa de moda»
Una de las mujeres más bellas de Mendoza, reconocida por su exquisito buen gusto y elegancia nos cuenta sobre su estilo personal, mientras festeja sus Bodas de Plata con Rubén David en Capri, después de renovar sus votos
La Costa Amalfitana es uno de los sitios más románticos y atractivos del Sur de Italia con el Mar Tirreno acompañando cada uno de los pueblos que se asoman. Allí en medio de este cuadro, ella armonizaba perfectamente con el paisaje. Con una falda de seda estampada a lo Positano, camisa de lino blanco y una capelina que enmarcaba su rostro nos recibió en el Hotel Capodimonte en Sorrento. Su alegría y calidez empatizaron rápidamente generando una vibra positiva en el ambiente. Nos acogió un espacio entre flores violetas propias de la ciudad con la vista panorámica de la terraza y el aroma a la cafetería italiana.
Su predisposición para encontrarnos y entrevistarla para Voilá ya nos adelantó la exquisita mujer que nos esperaba. Detrás de su excepcional vestuario y su sofisticado estilo encontramos a la verdadera Andrea Richardi: sencilla, muy emotiva, emprendedora, trabajadora, sana, con muchos sueños y una mamá dedicada.
¿Qué estás haciendo acá?
Estamos festejando nuestra segunda Luna de Miel con Rubén. Siempre quisimos venir acá. Este año cumplimos 25 años de casados y queríamos disfrutarlo en este destino, sobre todo Capri que es un lugar muy romántico, aunque también estuvimos en Amalfi y Positano.
Los 25 años se vinieron con todo…
La verdad que estamos en un gran momento. Renovamos los votos hace unos meses en nuestra capillita en Casa David. Fue mágico porque nos bendijo el mismo cura que nos casó, mi hijo me acompañó, mi papá me entregó a Rubén y mi hija compartió una lectura. Me acuerdo y me vuelvo a emocionar. Lo disfruté mucho más porque estaban mis hijos presentes y estuvimos rodeados de gente querida.
¿Cómo lo conociste a Rubén?
Lo conocí cuando tenía 14 años. Fue mi profesor (ríe cómplice con Rubén David que lo sumó como espectador a la entrevista). Ambos íbamos al Martín Zapata, él unos años más que yo. Me llevé Matemática y me faltaban dos días para rendir y mi mamá en una cena le pidió que me explicara. Morí de la vergüenza. Me ayudó y rendí bien la materia. Y de ahí empezamos a salir. De todas formas nos conocemos de siempre porque nuestros padres eran socios en las panaderías. Cuando nos casamos rompieron la sociedad en buenos términos, priorizando la familia.
Tu buen gusto siempre está a la vista pero sos una profesional de eso… Creaste Casa Real, una empresa del diseño de interiores que es referencia en Mendoza…
Casa Real me lleva mucho trabajo. Tenemos talleres de costura, de tapicería, de herrería. Vendemos mucho a medida y con materiales muy nobles. Muebles antiguos y nuevos con buena calidad de madera, buen lustre. Muchos sueños y proyectos que tengo los he podido concretar, pero siempre tengo el apoyo de Rubén.
El desafío más grande de este año ha sido Casa David. Salir de la ciudad y en media hora llegar a trabajar en un lugar con tanta paz, me encanta y me llena de energía.
¿Hay algo que te marcó en el diseño de interiores en Italia?
Toda la decoración referida al mar y es difícil aplicar esto en Mendoza donde somos más tierra. Se utilizan diferente paleta de colores como el azul, celeste y blanco. Aunque me gusta mucho como trabajan con la rafia en todas sus aplicaciones desde paredes, pantallas, carteras y zapatos.
¿Qué más te ha llamado la atención de este destino?
Soy panadera de alma. Desde los 8 años estuve cerca de mi abuela en la panadería Gloria y la patisserie siempre me llama mucho la atención. Cuando viajo busco lugarcitos pequeños y tradicionales para parame a tomar un cafecito y acá es un mundo de sabores. Me deleitó la confitura italiana. He descubierto sabores nuevos que me encantan.
¿Qué te llevas de Italia para Mendoza?
Trabajan mucho con el limón y me llama mucho el tema del packaging. La presentación es impresionante. Pero seguramente tendremos en Virgen del Valle prontamente sfogliatella y otras delicias que fuimos encontrando aquí.
¿En qué momento de tu vida estás?
Estoy pasando una etapa más tranquila como mamá porque ya pasé la adolescencia de mis hijos. Tengo hijos grandes de 22, 21 y 20. Me gusta compartir con ellos todo lo que puedo. Somos muy cercanos y ellos me hacen sentir actualizada.
¿Qué cosas te gustan?
Me gusta mucho el deporte y el trabajo también. Estar en casa. Trato de renovar mi casa todo el tiempo. Y me gusta mucho compartir más con mi marido.
¿Que se viene?
Se viene Casa David. Vamos abrir en setiembre las puertas y estaré a cargo de la parte de Eventos. Estamos hablando con algunos chefs para eventos específicos y cruzar grandes chefs con bodegas. La idea no es abrir permanentemente sino hacer de cada evento, un momento.
¿Qué es fundamental para tu outfit?
Me gusta un buen perfume y una buena crema. Uso Chance de Channel siempre “perfum”. Soy muy clásica pero me gustan los detalles. Ahora me llevo en mente un vestido negro con buen collar naranja y zapatos naranjas. Acá me han gustado mucho los vestidos de lino son cómodos, frescos y los colores.
¿Cómo hacés para estar siempre tan espléndida y con un guardarropa tan increíble?
Mi mamá me cocía la ropa (se emociona). Falleció en la pandemia y me duele mucho no solo porque he sido muy cercana a ella sino porque fue muy inesperado.
(…)
Tenía un muy buen gusto tu mamá…
Sí, creo que eso lo heredé de ella (trata de reponerse). Para mi fiesta de egresado me hice un vestido natural con perlita que cuando lo retiré no era lo que esperaba. Me dijo ‘andá al centro, cambiá los zapatos y cuando vuelvas te tengo un vestido’, y cuando llegue ya tenía otro terminado. Me ha quedado mucho de ella, cuando viajo trato de comprarme géneros y me hago la ropa. De Dubai llevé sedas, de acá llevaré linos. Me gusta diseñarme los atuendos y también tengo alguien que me los hace a medida. Mi hija también está entusiasmada con esto y está aprendiendo a coser así que disfrutamos del diseño de indumentaria juntas.
Un consejo de mujer…
Que la moda nunca te condicione. Que cada una se vista creando su propio estilo y lo haga acorde a su cuerpo. Querernos y valorarnos a nosotras mismas es la única moda que no pasa de moda.
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