Niños que no comen, una frecuente preocupación de las mamás
La alimentación infantil ocupa una de las principales consultas a los pediatras a pesar de que es común en la mayoría de los niños en su primera infancia
La alimentación infantil suele ser una los principales problemas de la primera infancia principalmente cuando los chicos comienzan a comer solos y no encuentran el apetito, ni el placer de la comida y cada almuerzo o cena se transforma en un dilema familiar.
El pediatra Eduardo Junco Aguado asegura que incluyen muchos factores la personalidad, el carácter, la actitud y el entorno, entre otros. “Los niños tienen una edad que partir del primer año pierden interés por la comida. Comen menos de los que la madre quisiera. El hecho de comenzar a socializar, de encontrar el juego hace que no quiera estar en la silla mucho tiempo y apenas siente un poco de saciedad deja de comer para volver a esa actividad” explica Junco Aguado.
El pediatra aconseja no demostrar ansiedad ni preocupación delante del niño cuando se niega a comer porque aprovecha la circunstancia para que la madre esté más atenta. “No estar detrás del niño con la cuchara, sino darle a las horas que corresponden los menús que corresponden. Cuando tenga poca afición a la comida darle las cosas que le gusten, sin insistir en que tiene que comer de todos. Ya tendrá tiempo para aprender a comer. Lo importante es que no pierda el hábito de los tiempos para comer” agregó el profesional y cerró: “Nunca presionar sobre el punto de vista físico o anímico para que coma”.
La Sociedad Argentina de Pediatría recomienda una docena de tips a tener en cuenta para inducir al niño a una conducta alimentaria saludable:
- No presionar al niño con la comida a tal punto que genere tensión. Incentivarlo pero darle libertad.
- Dejar que elija los alimentos. En un comienzo tomará solo lo que le gusta pero paulatinamente se podrán incorporar todos los grupos de alimentos de la dieta (lácteos, frutas, verduras, carne).
- Dejar que manipule la comida. Aprender a través de los sentidos y percibir los alimentos a través del tacto, el olor y el gusto. Es una forma de reconocerlos.
- Servir poca cantidad de comida. La palma de la mano es suficiente para ellos.
- Que no coma solo. Comer en familia es importante. Ellos no solo imitan la conducta de los demás miembros del grupo sino que además se habitúan al rito y comparten alimentos.
- Evitar los alimentos diferentes del menú y prepara algo especial cada vez que la situación se complica.
- Dejar que participe en la cocina. El hecho de salir de compras y planificar lo que se comerá o dejarlo colaborar con la tarea de la cocina despierta un interés por comer.
- Evitar que coma entre horas. Para tener hambre cuando se llega a la mesa es necesario no ingerir alimentos fuera de hora.
- Darles tiempo. Los adultos a veces pecamos de comer rápido, pero los niños necesitan por lo menos 40 minutos en el rito de alimentarse y en el medio puede haber espacios de juego, charlas y distracciones pero hay que respectar la lentitud de su acción.
- Presentar los alimentos de manera atractiva. Un plato lindo y divertido invita a comer. Combinar los colores y las formas para jugar con la imaginación es una buena estrategia.
- Evitar el excesivo consumo de leche. Cada alimento en su punto justo hace a una buena alimentación. La leche no remplaza a los demás alimentos.
- No premiar ni castigar con las comidas. Darle o negarle lo que le gusta ya sea un postre o un chocolate por ejemplo s no come su plato principal, no ayuda a educar en alimentación
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