Junio, época de balance
¡Y llegó finalmente el mes de junio! Y con él, no solo la proximidad de un cambio de estación en donde el frío típicamente de montaña comienza a convivir con nosotros, sino que además significa haber llegado a la mitad de este 2022.
Sin duda, desde aquel enero a nuestro presente, ha corrido ‘mucha agua bajo el puente’. Inmersos aún en un contexto de Pandemia, poco a poco, hemos podido ir tratando de salir de aquellas consecuencias inevitables que trajo consigo el COVID-19. De a poco, pero con paso firme, y con muchos altibajos, la Resiliencia más que nunca ha sabido decir presente en nuestras vidas y en nuestra cotidianeidad.
Junio es también el momento de repasar esa lista de metas que comenzamos a principio de año y ver qué cosas se alcanzaron o las que aún están a mitad de camino. Es un momento de procesar lo pasado y hacer foco en lo que vendrá.
¡Y es que aún queda transitar seis meses por delante! Meses en los que muchas veces, no tomamos conciencia con la rapidez que transcurren y en lo efímero que es el tiempo. Cabe entonces parar la pelota y preguntarse, ¿de qué manera queremos vivirlos?, ¿cuáles son las expectativas, metas y deseos que buscamos alcanzar antes que finalice este año?
Seguramente esta etapa encuentre a muchos cansados, con las exigencias del día a día sobre sus espaldas, ansiando recesos vacacionales que le permitan cargar un poco de renovadas energías. Algunos podrán tenerlas y otros, no. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es buscar herramientas que nos ayuden a esta ‘recarga de pilas’ y así, tomar ese nuevo envión que necesitamos.
Tal vez no haga falta más que navegar en nuestro interior y establecer cuáles son las metas y los valores que nos van a impulsar a alcanzar nuestros objetivos de aquí a diciembre. No refiriéndonos a los valores éticos o morales, sino a lo que cada uno valora, es decir, lo que es importante para uno, eso que cuando está presente le da significado a nuestra vida, a nuestro trabajo, a nuestro ser. Tal vez sea el de mantener relaciones profundas y amorosas con otros; o buscar lograr tener un equilibrio entre vida y trabajo. O por qué no el de alimentar tu dimensión espiritual ó cuidar tu salud física y mental. La lista puede ser extensa, lo importante es que cada uno pueda asignarle a sus valores los nombres que desee y que tengan sentido para uno mismo.
Y por último recordar que este mes, es el momento de seguir dándolo todo, por eso…¡a no bajar los brazos!