Editorial

Balance de mitad de año

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Julio es un mes de reposo, de vacaciones, de frío, de muchos proyectos en desarrollo. Es un mes que no permite detenerse, porque venimos con la inercia del envión, pero a veces viene bien parar y reflexionar si toda ese energía está bien direccionada.


Cuando comienza el año nos planteamos una lista de propósitos a cumplir y en el afán de lograrlo podemos sobrecargarnos o desistir antes de tiempo, incluso trasgiversar el camino y aunque todo es valedero lo importante es ser consciente, ser presente, y no simplemente dejarse llevar. Por eso es importante parar la pelota y darse tiempo de un balance a mitad de año. No recaer en asl frustraciones, sino simplemente reevaluar, respirar y volver al ruedo. A veces el plan original es solo una excusa como cuando salís a comprar leche y ese rayo de sol te da en la cara y de golpe te relaja. Nuestra mente resultadista siempre quiere apropiarse del plan y el logro, pero son los imponderables los que nos mantiene flexibles y asombrados. Mientras que está bueno saber lo queremos y enviar señales claras de nuestros sueños al Universo, porque no olvidemos que lo que proyectamos y construimos en nuestras mentes es lo que nos llega. Seamos pretensiosas, no regatees sueños, no seas tímida con tus deseos. Te mereces todo lo que querés y siempre estás a tiempos de hacer eso que soñaste. Los años son simbólicos, el dinero indulgente, y el poder está siempre en la mente.

Julio es un gran mes para comenzar a pensar en vos. Para volverte a mirar, permitirte una charla intima y ser honesta con vos misma. Es un mes que todo corre sobre rieles porque simplemente estamos a mitad de año pero es un gran momento para esa clase de yoga que te permite respirar, para comenzar ese libro que te gusta o hacer ese curso holístico, para conversar con vos misma y no atender el celular, para darte un momento en soledad o quizás ese gran momento que necesitas con amigas en un viajecito expres. Que el frio no nos acobarde, aunque nos quedemos en casa, metida entre mantas, con el calor del fuego, reconectá con vos y hace que este invierno sea tu invierno. Que este balance de mitad de año, sea una buena excusa para crecer y volver a soñar.

Así es… hacé tu propia Navidad en Julio. Prendé tus estrellas, dejáte iluminar y volver a soñar todas las veces que quieras, porque este invierno los sueños se vuelven realidad, solo si vos querés.

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