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Fin de año, una oportunidad para practicar Mindful Eating

Dentro de los propósitos para el Año Nuevo siempre está el deseo de “comer más saludable” y después de los excesos de las fiestas buscamos soluciones rápidas. Tips de la mano de la nutricionista Lorena Narpe para realizar una alimentación consciente en casa

Si estás buscando una nueva manera de alimentarte, generando hábitos más sanos, que vayan más allá del peso y que duren en el tiempo, el Mindful Eating es para vos.

¿Qué es Mindful Eating o Alimentación Consciente?

Nuestra vida acelerada hace que hasta lo más simple como el acto de comer se realice de manera rápida e inconsciente, en muchos casos comemos en modo piloto automático, sin disfrutar realmente de la comida y llevados por el estrés y la ansiedad de tener que hacer otras actividades.

«El Mindful Eating o Alimentación Consciente pone el foco de atención en el estar presentes a la hora de comer con todos nuestros sentidos. No sólo lo que comemos, sino también poner atención en para qué comemos y cómo comemos», enfatiza la especialista.

Hay algunos desencadenantes externos y/o internos que nos llevan a “comer sin hambre”. Algunos de ellos pueden ser:  

  • Hábitos aprendidos: comer cada 2 horas, me toca el permitido, terminar todo el plato.
  • Emociones: tristeza, enojo, alegría.
  • Nuestros pensamientos: me lo merezco o no me lo merezco.
  • Necesidades: de compañía, de afecto.

«Para iniciar este nuevo camino hacia una alimentación consciente es fundamental escuchar nuestro cuerpo y saber si estamos comiendo por hambre físico o por hambre emocional», explica Narpe.

«El hambre real o físico está provocada por un proceso interno de nuestro cuerpo ante la falta de alimentos, como señal de nutrirnos. Nos damos cuenta porque aparece de a poco, se puede esperar a comer y generalmente cualquier tipo de alimento, no hay preferencias«, completa.

En cambio, para referirse al hambre emocional cuenta que no hay necesidad real de nutrientes en nuestro cuerpo y son nuestras emociones las que toman el control, es decir que puedo estar aburrida, enojada, cansada, triste o nerviosa y de repente tener hambre. Se caracteriza porque no puedo esperar para comer y me apetecen determinados alimentos “antojos” que pueden ser dulces o salados.

«La relación que establecemos entre la comida y las emociones, determina las elecciones que hacemos, la manera de comer, las sensaciones alrededor de ciertos alimentos, y lo que aprendimos de niños a través de nuestra familia nos puede favorecer o perjudicar de adultos. No se trata de eliminar alimentos o restringirlos sino de mejorar esa relación«, sintetiza Lorena.

El comer consciente puede ser una poderosa herramienta para desarrollar una relación más sana con la comida.

Algunos consejos para practicar el ‘mindful eating’ en casa
  • Escuchar tu cuerpo para conocerte.
  • Identificar cuando comes  por hambre real o por hambre emocional
  • Informarte: conocer qué tipo de alimentos estás comiendo, para luego hacer cambios más sanos.
  • Hacer un listado de las compras con anticipación.
  • Planificar las comidas semanales, incluyendo todos los grupos de alimentos.
  • Practicar el «comer con los sentidos» sobre todos el saborear.
  • Cuando estés comiendo, hacer solo eso, comer, evitar distracciones como estar hablando por teléfono o escribiendo o discutiendo, entre otras.

Agradecimiento: Licenciada en Nutrición Lorena Narpe. Mat. 708 IG: lorena.narpe.nutrición

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