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Hidratar y humectar la piel, ¿es lo mismo?

Para ser honestas, no lo es. Por ello es necesario conocer qué tipo de piel tenemos para saber qué acciones tomar y poder contribuir a tener una piel sana

¿Sabías que el agua desempeña un papel central para garantizar que la piel se mantenga saludable, suave y radiante? Es por esta razón que tiene sentido que cada paso del cuidado de la piel, esté lleno de productos que prometan, hidratar y humectar la piel.

Pero, lo que muchas de nosotras no nos damos cuenta es que, a menudo no distinguimos la diferencia entre la “hidratación” y la “humectación”.

Si bien ambas, son clave para proporcionar a la piel la nutrición necesaria, conocer la diferencia ayudará a tomar la mejor decisión, cuando tengas que seleccionar  productos según las necesidades específicas de tu piel.

“Muchos pacientes que llegan al consultorio tienen la idea de que las palabras “hidratante” y “humectante”, significan lo mismo. Pero en realidad, cada término se refiere a circunstancias diferentes (aunque algo parecidas) de la piel”, señala la Dra. Johanna Furlan, médica cirujana – MN 122.975.


Hidratar y humectar la piel, ¿es lo mismo?

Como señalamos anteriormente, la respuesta es no. Pero para aclarar más dudas, veamos algunas acalaraciones que brinda Furlan sobre este tema.

La diferencia entre hidratación y humectación

La gran diferencia entre ambos procesos es principalmente, que actúan en distintas capas de la piel y sus beneficios son complementarios. Definamos cada término.


¿Qué es la hidratación?

Es la capacidad que tiene la piel para absorber el agua. La hidratación se desarrolla en las capas profundas de la piel y es necesaria para que las células cutáneas cumplan sus funciones vitales. Una piel bien hidratada previene el envejecimiento, se ve saludable y elástica.

¿Cuándo necesitamos hidratación?

Si notamos la cara seca, apagada y con líneas cada vez más marcadas, es señal de que debes hidratar.

Cabe señalar que la hidratación se puede perder con el bajo consumo de agua, el estrés, la mala alimentación y los hábitos como fumar o beber en exceso.

¿Cómo hidratamos la piel?

Existen sueros y cremas a base de ácidos, niacinamida, aloe, ácido y otros ingredientes que nos ayudarán a cubrir esta necesidad. Además, lo mejor para evitar la deshidratación desde adentro, es tomar suficiente agua en el día.

¿Y la humectación?

El proceso de humectar nuestra piel consiste en afirmar, sellar y mantener la humedad que construye la barrera cutánea en el cuerpo. Su acción previene la deshidratación, aumenta la protección contra los factores externos y se refleja en una piel más suave y tersa.

¿Cuándo necesitamos humectación?

 Si sentimos la piel tirante, agrietada o descamada, es probable que necesitemos humectarla. Factores  como el aire, el frío, los cambios de clima bruscos o el uso de productos incorrectos pueden alterar la humectación.

¿Cómo humectar la piel?

Con productos que contengan aceites y mantecas naturales en su formulación, como la de karité o la de cacao, entre otros. Los humectantes también se componen por vitaminas B, C y E.



Por último, veamos tres simples tips para aprovechar los beneficios de los hidratantes y humectantes que brinda la profesional:

1. Aplicar los sueros, cremas o lociones sobre la piel limpia.

2. El orden de aplicación de los productos siempre debe ir del más ligero y acuoso, al más espeso.

3. Es necesario hidratar y/o humectar de día y de noche.

“Lo ideal es unir las fuerzas de estos productos para mejorar la producción de agua y sellarla, logrando un aspecto sano y radiante. Lo primero que se debe de hacer es aplicar un hidratante, para luego seguir con el humectante, para elegir la mejor rutina, lo ideal es consultar con el médico especialista”, finaliza la Dra. Johanna Furlan.

Agradecimiento: Dra. Johanna Furlan – médica cirujana – MN 122.975 @drajohannafurlangraf

www.drajohannafurlangraf.com

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