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¡Maldito frío! Tiempo de piel rosácea

En invierno empeoran los síntomas de quienes padecen esta afección crónica. Es el momento en que aparece el enrojecimiento y protuberancias en la piel. Sin embargo, la médica dermatóloga Fernanda Guardia nos brinda algunas precauciones para evitar brotes

Mucha gente piensa en la rosácea como un simple enrojecimiento de la piel, principalmente de las zonas centrales de la cara, como las mejillas y la nariz. En términos sencillos, se trata de una inflamación crónica de la piel, cuyas causas aún son desconocidas y generan debate entre los especialistas, pero que provoca importantes consecuencias, sobre todo emocionales, en quienes la padecen.


Puede manifestarse con enrojecimiento, capilares rotos y/o como lesiones inflamatorias.

Y pese al desconocimiento que persiste sobre las causas de esta enfermedad, sí se sabe que existe predisposición genética y que hay ciertas condiciones o circunstancias que favorecen su aparición o, directamente, la empeoran. «Entre ellas están la exposición al sol, la presencia abundante en la piel del ácaro demodex, el consumo de ciertos alimentos picantes o de temperatura muy caliente, y los cambios de temperatura bruscos, habitualmente de frío a calor», cuenta Fernanda Guardia.

Sobre este último punto, lo que ocurre es que los cambios de temperatura generan una respuesta anormal de los vasos sanguíneos, los cuales se dilatan y al dilatarse llega más sangre a la zona afectada, aumenta la temperatura y por ende se ve más rojo y se siente caliente.

Un dato relevante es que cerca de 415 millones de personas en todo el mundo la padecen, según distintas estimaciones. La vida social de esas personas se ve afectada en muchos casos por la autoestima y bienestar emocional, ya que no se sienten cómodos con su apariencia.


Revisá tus hábitos de estilo de vida. Tené cuidado con los factores potencialmente agravantes, como el viento frío, la comida picante, el alcohol y bebidas calientes.

«Identificarla a tiempo nos ayuda a diagnosticarla precozmente y realizar un tratamiento adecuado», destaca la especialista.

Signos y síntomas principales
  • Piel enrojecida, rubor temporal o permanente
  • Granitos rojos
  • Piel sensible, que pica, arde o quema
  • Vasitos sanguíneos dilatados (telangiectasias)
  • Irritación o ardor en los ojos
  • Nariz roja, inflamada
Pasos a seguir si detectás una rosácea

«Lo importante es que se puede tratar», dice Guardia. Y agrega como consejo clave: «evitar los factores desencadenantes, algunos ocasionados por el estrés, ejercicio físico, cafeína, cosméticos, cercanía a fuentes de calor como el horno, la parrilla o estufas.

Según la profesional, existen varios tratamientos que pueden obtener una alta tasa de éxito si se llevan a cabo de forma metódica y disciplinada.

Una rosácea mal cuidada va a permitir que la enfermedad empeore. El enrojecimiento puede pasar de algo intermitente a algo permanente, y progresar a estados de rosácea con mayor inflamación, como la rosácea papulopustulosa, en que el sector afectado se llena de granos, tipo espinillas.


Tu rutina diaria de cuidado de la piel es crucial, ya que los productos incorrectos pueden ser la causa de tus brotes.

Tratamientos
  • Evitar el sol, ambientes calefaccionados, duchas calientes.
  • Evitar el alcohol.
  • Evitar picantes.
  • Usar protector solar diario.
  • Limpiar con geles suaves, o leches de limpieza y evitar la exfoliación.
  • Siempre humectar la piel.
  • Siempre elegir líneas hipoalergénicas.
  • Y siempre, consultar a tiempo.

«Existen muchos tratamientos médicos y con tecnología para poder ayudarte, entre ellos la luz pulsada intensa que mejora muchísimo a los pacientes con esta patología», explica generando tranquilidad la médica dermatóloga, Fernanda Guardia.

Hay que considerar que se trata de una enfermedad crónica, que si se maneja adecuadamente puede sobrellevarse muy bien y no generar ninguna consecuencia en la vida diaria del paciente. Para eso es fundamental acudir a un especialista y consultar si la persona percibe un enrojecimiento poco habitual en la piel.

ProfesionalFernanda Guardia. Médica Dermatóloga. MP 10.806

IG@dra.fernandaguardia

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