Pop up: Argentina y Chile en una sola cena
La segunda edición de este año de su exclusivo encuentro gastronómico, Ciclo Sentidos, reunió a Matías Gutiérrez, chef ejecutivo de Restaurante Abrasado, y Javier Avilés de Pulpería Santa Elvira de Santiago de Chile quienes ofrecieron una noche única, un viaje entre Argentina y Chile en un menú de siete pasos
Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, volvió a sorprender con su Ciclo Sentidos, encuentros exclusivos de pop ups gastronómicos al mejor estilo fine dining donde los sabores y texturas son elevados a un máximo nivel para convertirse en los protagonistas de la velada.
En esta segunda edición de Ciclo Sentidos, se mantiene el concepto principal de esta experiencia gastronómica que es la de agasajar a los comensales a través de platos con identidad, calidad y afianzar y poner el foco en los productos regionales y en el cuidado del producto y su trazabilidad. Es por eso que el chef Matías Gutiérrez de Restaurante Abrasado y el chef chileno Javier Avilés de Pulperia Santa Elvira ofrecieron un menú que contó con 7 pasos, teniendo en cuenta las filosofías de ambos restaurantes, platos clásicos con ingredientes locales, reversionados con creatividad.
La propuesta incluyó una fusión entre ambos proyectos con un denominador en común: el cuidado por el producto, su origen y profesionalización de las técnicas utilizadas de cocción.
Javier Avilés, puso en escena su cocina de mar, utilizando productos regionales y de pequeños productores y cooperativas de Chile. Sorprendió la entrada de pulpo al ajillo, palta verdolaga y perejil haciendo una interpretación del conocido plato chileno «Palta a al Reina».
Por otro lado, el chef Matías Gutiérrez, ofreció una propuesta carnívora en un ojo de bife de búfalo, una sabor distinto que solo se aprecia en Restaurante Abrasado. Mientras que en un trabajo en conjunto ambos chefs trajeron a la mesa una terrina de cerdo braseado 12 horas con colágeno y granadas y mil hojas de papas. El prepostre, una especialidad de Javier invitó en la mesa con helado de chocolate semiamargo con polvo de hongos de pino.
Un postre fresco de mandarina permitió bajar intensidad de los sabores. La pastelera Diana Cantos, ofreció uno de los mejores postres de Mendoza. Logró que la frescura del cítrico se aprecie en sus diferentes texturas tanto gustativas como visuales. Un cierre que brillo con postre escenográfico impecable que dio mucho que hablar.
Con la excelencia culinaria, la atmósfera refinada y el cuidado en el detalle como premisas, este exclusivo fine dining fue acompañado por los mejores vinos de Bodega Los Toneles (Wines Series, Fuego Blanco Wines y Mosquita Muerta Wines). Y, como siempre, las aguas italianas Acqua Panna y S.Pellegrino completan la experiencia.