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¿Sabés de qué se trata el nuevo Índice Crianza?

Formulado por el INDEC, comenzó a regir esta herramienta que permitirá medir el costo de los bienes esenciales y el cuidado de niños, niñas y adolescentes

¡Hola queridos lectores de Voilà ! Qué gusto reencontrarnos en nuestro espacio de aprendizaje. Hoy quiero que conozcamos juntos una gran victoria para todos, -especialmente para  las mujeres- que desde el campo económico impactará de forma positiva en nuestras vidas.


En el pasado mes de marzo y dentro del marco el ‘Día Internacional de la Mujer’, el Ministerio de Economía de la Nación, anunció la construcción del Índice Crianza (IC), el cual sería desarrollado por el INDEC  y estaría  compuesto por el costo de provisión de bienes y servicios esenciales para la primera infancia, la niñez y la adolescencia, y el costo del cuidado de niños/as.


El IC es una herramienta que podría transformar los reclamos de cuota alimentaria, cuyo incumplimiento es una de las principales formas de violencia de género económica y patrimonial.

Recientemente, a principios del mes de julio, este índice…¡ por fin vio la luz! Y es por eso que hoy te propongo tratar de entender su composición y la importancia que tiene para los niños, niñas y adolescentes.


Ahora bien, ¿qué es el índice Crianza?

El Índice de Crianza (IC) es una herramienta que permitirá contribuir a la organización y planificación familiar y a la gestión de los cuidados. Además, es un valor de referencia para saber cuánto destinan las familias para alimentar, vestir, garantizar vivienda, trasladar y cuidar niños, niñas y adolescentes. En materia de datos y estadísticas, se trata de una herramienta ‘pionera’, ya que constituye el primer dato oficial de este tipo.

Según detalló el INDEC, para determinar el valor, se incluye:

  • Alimentos necesarios para cubrir los requerimientos energéticos mínimos.
  • Vestimenta.
  • Transporte.
  • Educación.
  • Salud.
  • Vivienda.
  • Horas de cuidado.

El objetivo de este indicador es dar a conocer los costos mensuales de los bienes y servicios esenciales para la protección de los grupos etarios correspondiente a los menores de edad y el costo mensual del cuidado, es decir, las horas requeridas para el cuidado, según el tramo de edad correspondiente.

La novedad: la importancia del valor del cuidado de los hijos

Es muy interesante entender que este índice se compone de dos variantes muy importantes a tener en cuenta: por una lado, el costo de todos los bienes y servicios que requiere la crianza de un hijo/a de acuerdo a la edad de los mismos (incluyendo vestimenta, alimentación, educación, vivienda y traslado de los hijos) y por el otro, y su más importante avance, se encuentra la determinación del valor del cuidado de los hijos.

Esta cuantificación del “valor del cuidado de los hijos”, permite la planificación familiar en los actuales tiempos donde ambos padres se encuentran trabajando y aportando económicamente a la familia construida y de cómo la llegada de un hijo implicará preguntas como: “¿Quién se hará cargo de este cuidado?” “¿Será alguno de los progenitores?” “¿Se contratará una persona para cubrirlo?”.

Otra situación posible será cuando la crianza de los hijos no es compartida por ambos padres y resulta de gran importancia la estimación del “valor económico” de este cuidado para darle equidad y justicia a la cuota alimentaria.


¿Cómo influye la creación de este Índice en la fijación o actualización de las cuotas alimentarias?

Uno de los objetivos más deseados de la determinación de este índice es que se convierta en una herramienta para la Justicia de Familia a la hora de fijar las cuotas alimentarias que los progenitores deben abonar para cubrir las necesidades de sus hijos.

Debes saber que la cuota alimentaria depende no solo de los gastos que tenga el niño, niña o adolescente sino también de la capacidad económica del padre/madre que debe aportar a esta cuota.



Sin embargo, poder tener bien clara la cuantificación de los gastos de los niños  y adolescente a través de este índice, despeja un problema fundamental y que acarrea múltiples conflictos y dilaciones en los Juzgados. A partir de esta herramienta podrán ver su fin siempre que los Juzgados logren adoptarla para acelerar los procesos judiciales en beneficio de los niños, niñas y adolescentes involucrados.

Tener un hijo es un hermoso proyecto pero hay que tener también muy claro que tiene un “costo real” y que a través de esta herramienta, se puede (¡y se debe!) tener en cuenta  a la hora de planificar en familia, pudiendo establecer claramente cómo se afrontarán estos costos y cómo se realizará la gestión de  los cuidados de los hijos, siendo útil también cuando ya hablamos de la separación de la pareja y la necesidad de acordar una cuota alimentaria, que contemple estas variables, poniendo certeza en la determinación de los gastos, que por supuesto evitará más conflictos.


Si deseás que tratemos algún tema en este espacio o tenés dudas sobre este tema, podés escribirme a sacchinatacha@gmail.com o visitar mi IG: @ns_asesorialegal ¡Nos vemos en mi próxima columna!


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