Slider,  Turismo

San Martín de los Andes, la joya neuquina

La Patagonia es uno de los sitios más atractivos del mundo y este poblado pegado al Lago Lacar ha sabido crecer respetando su encanto.

A la vera del Lago Lácar inserta en medio de la Cordillera de los Andes, se encuentra la pintoresca San Martín de Los Andes, una villa que exploró sus atractivos y fortaleció el turismo en los últimos años convirtiéndose en una joya del sur argentino.

Su arquitectura, acorde al paisaje, la distingue de cualquier otra localidad sureña. Casas, cabañas turísticas, complejos, edificios y locales comerciales construidos a base de piedra y de madera rústica, se hallan rodeados de bosques, a modo de “ aldea de los gnomos” que genera una gran fantasía en los niños.

Con una población estimada de 30.000 habitantes y un entorno natural privilegiado, la ciudad posee  un puerto donde reposan veleros, lanchas y catamaranes preparados para que los turistas descubran a través de las aguas las maravillas de este lugar. La costanera lindante propone paseos relajados junto al agua y a metros  un abanico de coquetos y refinados restaurantes donde los ahumados, las truchas y el cordero son delicias imperdibles que acompañan la vista panorámica  del Lácar.

San Martín de Los Andes es sede de la intendencia del Parque Nacional Lanín, una de las áreas protegidas más importantes de la Argentina y aunque es punto de partida o de llegada del increíble camino de los Siete Lagos, la realidad es que su entorno ofrece alrededor de veinte lagos diferentes.

De hecho los atractivos sólo del Lácar podrían ocupar una semana completa ya que existen playas para pasar el día donde se puede hacer actividades acuáticas y pescar; también escudriñar caminos boscosos en bicicleta, en auto o  a pie.

Costeando el espejo de agua, a sólo 5 kilómetros en una profunda bajada repleta de robles, se encuentra el balneario Catrite, una extensa bahía con playas de arena, un camping y la posibilidad de disfrutar de baños estivales. Es sumamente accesible desde la ciudad a través del transporte público.

Un kilómetro más adelante, el desvío de ripio consolidado y sinuoso conduce a Quila Quina, una villa mapuche devenida en balneario que posee una de costas más bellas del Lácar. Un bosque frondoso domina la escena y empiezan a aparecer las primeras casas de los pobladores cercadas con palos, corrales y huertas.

Dos miradores naturales permiten maravillarse con esta villa que cuenta entre sus encantos con un pequeño muelle y el arroyo Grande atravesándolo, siendo una buena opción hacer el sendero que lleva hasta su cascada a 500 metros. Ubicada en tierras de la comunidad mapuche, los guías invitan a descubrir este lugar  ($ 5 el acceso por persona) ofreciendo también productos elaborados por sus propias manos en lana y madera, dulces caseros y otras artesanías.

Quila Quina es una península, y el camino vehicular permite recorrerla en apenas tres kilómetros por lo que es recomendable disfrutarla caminando y así encontrar la escuelita de la comunidad mapuche, la playa La Puntilla y sendero natural El Cipresal dónde se puede conocer la importancia de una de las tres coníferas del Parque Nacional Lanín.

Las agencias de viajes están preparadas para ofrecer variadas excursiones, aunque también se pueden hacer de manera particular teniendo en cuenta que los caminos suelen ser de tierras y en algunos casos un poco ríspidos. Por otro lado, el muelle ofrece posibilidades para llegar a varios destinos a través del agua.

Durante la navegación se puede comprender mejor la formación geológica del paisaje circundante, el trabajo de los glaciares que moldearon la geografía regional para dar luego vida a los grandes lagos, y el lento proceso de millones de años que modificó las enormes formas rocosas y más tarde las cubrió de densos bosques.

En el otro extremo del Lago Lácar,  por la ripiosa ruta 48  se encuentra el paso internacional Hua Hum, desde allí se transitan 6 km. por un antiguo camino maderero, hasta el inicio del sendero pedestre que conduce a la cascada Chachín. Ubicada en el sector que conduce al paraje Pucará y lago Queñi, se trata de uno de los saltos de agua más importantes de la región, ya que las aguas del río homónimo se descuelgan en pleno corazón del bosque en una caída de 30 metros. Una caminata de media hora en ascenso, permite llegar al máximo mirador desde el cual se aprecia en toda su magnitud la danza líquida.

El circuito comienza a zigzaguear y paulatinamente se ingresa a un verdadero túnel vegetal de colihues y raulíes, para luego de unos quince kilómetros llegar a la playa de Yuco, una península de gran belleza, que esconde un par de bahías pequeñas de arena blanca, con rocas y aguas verdes que reflejan la vegetación donde abundan los arrayanes.

Un lindo balneario y pequeños senderos proponen un trekking liviano. El Lácar es el único espejo de agua de la cuenca que desagua hacia el océano Pacífico. A través del río Hua Hum ingresa a Chile, por una angostura que  se encuentra a 12 kilómetros de Yugo, donde se convierte en el lago Nonthué.

El espejo vecino

A sólo 12 kilómetros de la ciudad de San Martín de los Andes, por la ruta provincial Nº 62 (de ripio) se llega a la cabecera del lago Lolog y aparece un pequeño cruce de caminos. El de la izquierda conduce a Playa Bonita, un fantástico balneario natural de amplia explanada y aguas poco profundas, ideales para el descanso y esparcimiento. El puente cruza el río Quilquihue, un excelente  lugar para los amantes de la pesca.

El camino continúa bordeando el lago, con hermosas vistas de la margen opuesta forestada completamente con pinos, lengas y demás especies.

La senda comienza a angostarse y el verde se ensancha hasta convertirse en huella donde aparecen pequeños animalitos como zorros y liebres. A unos cinco kilómetros aproximadamente aparece Puerto Arturo, un especial rincón estratégicamente ubicado frente al lago, con un camping separado por parcelas y amplias comodidades por un costo de $ 1000 por persona.

Un sitio que merece ser explorado con copas de los árboles danzantes que transmiten energía y colmado de rincones aptos para el descanso y la fotografía.

Costos y Actividades:

 El alojamiento más frecuente son las cabañas o bungalow que inician en 30000 por día, dependiendo el confort. Comer  un plato típico como cordero o trucha cuesta alrededor de $ 4000. Las actividades como el rafting valen $ 8000 y existen planes divertidos en el Lago Lolog a solo 15 minutos de San Martín como gomones tirados con lancha o la banana por $1700. Además hay trekking, canopy, navegación, rafting, y mountainbike, entre otras.

Dato:

San Martín de Los Andes se encuentra a 1050 kilómetros de Mendoza. La mejor ruta para llegar actualmente es la 40 que tiene 100 km en ripio pero en buenas condiciones.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *