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Antonela Roccuzzo, la nueva musa del fashion contemporáneo

De perfil bajo pero con un magnetismo innegable, la empresaria argentina se consolida como referente de moda, belleza y estilo de vida, conquistando el mundo fashion con autenticidad y sofisticación

Antonela Roccuzzo ha dejado de ser simplemente la esposa de uno de los futbolistas más importantes del mundo para convertirse, por mérito propio, en un auténtico ícono de moda, tendencia y belleza contemporánea. Con más de 40 millones de seguidores en Instagram, su influencia en la industria de la moda crece día a día, marcando estilo con cada una de sus apariciones públicas y editoriales de alto impacto.



Elegancia sin esfuerzo

Lo que distingue a Antonela es su habilidad para combinar lo clásico con lo moderno. Ya sea en una alfombra roja, en eventos de gala o en sus publicaciones cotidianas, siempre opta por looks equilibrados donde destacan los cortes simples, paletas neutras y toques de diseño sofisticado. Su estilo no es ostentoso, pero sí refinado, lo que la convierte en un referente de «chic natural».




Musa de las grandes casas de moda

Firmas como Louis Vuitton, Dolce & Gabbana y Tiffany & Co. han reconocido su potencial como embajadora de marca. En cada una de sus campañas y portadas —como su reciente aparición en Harper’s Bazaar Brasil— Antonela encarna la fusión entre moda y autenticidad. Su presencia aporta una frescura que conecta tanto con la alta costura como con el street style.




En los últimos días, Antonela fue noticia por la entrevista que dio para la reconocida ‘Biblia de la Moda’: revista Vogue. Así, la bella rosarina, logró convertirse en tapa de Vogue México, una de las revistas más importantes del mundo de la moda.

En una exquisita producción, lució diferentes estilismos de importantes casas de Alta Moda del Mundo.

En la foto de tapa, la esposa de Lionel Messi se mostró lista para el verano que viene en el hemisferio norte con un conjunto celeste con relieves de saco y minifalda firmado por Chanel, un crop top negro debajo y joyería de Tiffany, marca de la que es embajadora. El estilismo de portada se completó con un peinado recogido en cola de caballo y labios rojos.



Asimismo, impactó con un escultural vestido blanco y negro de Schiaparelli con corset de terminación en pico y falda drapeada. Un imponente collar dorado metálico con formas florales fue el broche de oro de la apuesta.


Antonela con un vestido blanco y negro de Schiaparelli.

También hubo espacio para apuestas más disruptivas y combinaciones audaces. En otra toma, por ejemplo, llevó un conjunto negro Carolina Herrera con brocato blanco y un suéter a rayas rojas y blancas sobre el cuello. Además, modeló un vestido Pucci de cuentas negras con detalles en blanco y mangas cortas amplias.



Belleza real y sin artificios


Otro de los pilares que consolidan su imagen como ícono contemporáneo es su enfoque hacia la belleza natural. Alejada de los excesos del maquillaje o los retoques estéticos, Roccuzzo apuesta por un cuidado de la piel meticuloso y un estilo de vida saludable. Su imagen transmite cercanía y aspiracionalidad al mismo tiempo: una mujer real, moderna y segura de sí misma.



Con cada paso, Antonela redefine el perfil de la mujer influyente del siglo XXI: madre, empresaria, y referente cultural. No solo inspira por lo que viste, sino por cómo lo hace. Su narrativa en redes y en medios deja claro que la moda no es solo una cuestión de tendencia, sino una forma de expresión, empoderamiento y autenticidad.



Antonela y Lio junto a sus hijos.
En un mundo cada vez más saturado de imágenes artificiales, Antonela Roccuzzo brilla por ser ella misma: sofisticada, accesible y genuina. Sin duda, un ícono de su tiempo.

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