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La embajadora del vino argentino

Sobresaliente referente del mundo vino, con voz crítica sobre la industria, especializada recientemente en «Lujo», María Laura Ortiz, es la mujer que pisa fuerte en el Día Mundial del Malbec

María Laura Ortiz  es una reconocida sommelier mendocina establecida en Madrid, España que cumple el rol de Embajadora del vino argentino en cada uno de sus viajes.  Especializada en productos de lujo en España, es jurado internacional (IWC, Mundus Vini, Pinnacle Wine Awards, Finger Lakes International Wine Competition, entre otros) y fundadora de Winifera, empresa especializada en consultoría vitivinícola con más de una década de experiencia.

Laura es también co fundadora del Club de Mujeres del Vino, una organización sin fines de lucro que reúne a más de 100 mujeres profesionales de la industria del vino argentino. Es ex vice-president of the Asociación Argentina de Sommelier y Miembro del Comité de Educación de la Association de la Sommellerie Internationale. Una sommelier calificada internacionalmente que se ha ganado el respecto de la industria y su voz pesa ante los profesionales hacedores del vino. En su visita a  Mendoza por el evento “Master Blenders”  compartimos una linda charla en el marco del Malbec Word Day.

¿De qué se trata el club de Mujeres del vino?

Lo fundamos con Estela Perineti. En el 2015 sentamos bases y apuntamos a enólogas, que son referentes de la industria. La condición para pertenecer al club es que sean enólogas o ingenieras agrónomas con primer o segundo puesto en la toma de decisiones. Mujeres líderes que hacen vinos, lo que permitió un grupo acotado para el desarrollo que luego  genera efecto derrame sobre el resto de las profesionales.

Empezamos 12 y ahora somos 139 miembros. Hay algunas que trabajan en una bodega y además tiene su propia línea de vinos y hay otras dueñas de bodegas.  Es un club sin personería jurídica, gratis, es un voluntariado apuntado a potenciar el liderazgo en la profesión, intercambiamos opines, ideas, y nos colaboramos mutuamente.  Hemos tenido cenas exclusivas con Tim Askin y con Tapia en  los últimos 4 años. Hace unos meses recibimos la directora de actividades del Museo del vino de Bourdeaux, con quien estrechamos ideas.

Este año volvemos con 4 seminarios con cosas que no tiene que ver con lo tecnología, sino con seminarios de oratoria y comunicación entre otros. Queremos fórmalas y queremos que más mujeres líderes en la industria.

Vos sos una mujer de mundo, vivís en España. ¿Cómo ves la situación de la mujer en Argentina respecto al mundo?

Está mejor pero aún nos falta mucho. La mujer avanza, pero cuesta. Hace 20 años, no había baños para mujeres en las bodegas y aún hoy en bodegas grandes no hay lugar para una mamá lactante.  Cada vez está más posicionada la mujer, pero cuesta mucho y no estamos en igualdad  de condiciones. Estuvimos viendo acciones que nos lleven a la igualdad y un tema clave seria la licencia por paternidad. Esto ayudaría a que en el momento que seleccione el ingreso de una persona no sea condicionado a pensar que una mujer queda embarazada porque ese embarazo forma parte de un plan familiar que incluye a los dos. Igual que la licencia por adopción o la opción de mamá gestante. Si empezamos  por la industria del vino se puede replicar en los demás. La idea es mejorar el mundo para todos. Yo tengo hijos hombres y los he criado con el principio del respeto.

¿El Club de Mujeres del vino está en España ahora también?

El 8 de marzo cofunde el club en España. No tiene nada que ver con el Argentina pero son clubes hermanos. De las 20 enólogas del club, ninguna iba a la feria de Prowine (en Alemania) y las alentamos a participar.

Muchas tienen el síndrome del falso impostor. Ese cuento de que no era para ellas. Por eso estamos trabajando con los seminarios respecto al rol de la mujer en la industria  y valorar cuando mujeres toman posiciones como Susana Balbo o Patricia Ortiz en Bodegas Argentinas. El rol está siendo ocupado por mujeres. Hay que darle más visibilidad y más trabajo en conjunto. Tenemos que hacer en unos años cuando se contraten mujeres no se piense si va a tener hijos o no.

¿En el consumo la mujer rotó su rol y sus gustos?

La mujer siempre ha sido la compradora aunque el hombre tiene un consumo mayor. En EEUU, el 72% de los vinos son comprados por mujeres, en Japón llega al 70%. Entonces, ¿a quién le dirigimos el mensaje? Al hombre con el fútbol o a la mujer con un estilo de comunicación persuasivo  que le hable a la femineidad. Hay que tener en cuenta a la mujer como consumidora y como productora. Porque tenemos mujeres que saben mucho y es importante ponerlas en valor. Hay muchos más puestos ocupados por hombre, aunque hay mujeres que se cargaron la vendimia al hombro y después llego un hombre a ocupar ese puesto.

¿Cómo tomaste la decisión de irte a España?

Hace años que viajo a nivel internacional entre Europa, Asia y América. Trabajo posicionando el vino argentino. Cree la guía de estudio del vino argentino porque no había nada que nos guiara y el decálogo del vino argentino que es Malbec para principiantes y eso se los comunique a personas como mozos que no tiene que saber toda la historia

En la pandemia me quede atrapada en Argentina por 535 días. Fue mucho tiempo sin poder viajar ni comunicar el vino argentino. Decidí que no podía seguir viviendo acá sino podía  viajar. No sabíamos que iba a pasar. Así que aplique para hacer un MBA de Manejo de Marcas de Lujos en España y luego vino mi familia. Así que decidimos quedarnos ya que acá las distancias son más cortas y eso permite estar en más lugares. Tras el master, he decidido que ahora voy a hacer foco en vinos, lujo y negocios.

¿Cómo ven nuestros vinos allá?

España  es un mercado difícil para el vino argentino porque es productor. Pero tenemos muy buenos vinos relación precio- calidad.  Las marcas tradicionales son conocidas pero cuesta vender marcas nuevas. Hay mucho argentino en España por lo que esa inmigración busca estas marcas nacionales que traen la conexión con la casa, con la tierra natal, además de que hay bastante cocina argentina donde nuestro vino está presente.

Alemania si bien es productor, tiene otro tipo de vino y está más abierto al vino argentino. Igual que Inglaterra que son importadores natos de vino y nos eligen. Se suman Polinia, Hungría, países nórdicos pero somos chicos en la góndola. Te encontrás una góndola de 10 metros de vino francés, 6 para el español y un metro para todos los sudamericanos. Para estar mejor necesitamos mejores tarifas de exportación.  

El malbec nos identifica en el mundo. ¿Hay alguna cepa que pueda hacerle sombra?

Sigue siendo el referente, No hay un país que haga mejor Malbec  que nosotros y sobre todo en las cantidades que produce Argentina en relación a los precios. Pero la comunicación de Argentina a nivel país tiene que ser más fuerte. Me gusta destacar el trabajo de  Lis Clement y su equipo que desarrollaron el concepto del día del Malbec, pero deberíamos tener más acciones como esas para potenciar la comunicación.

Una vez que vendimos un Malbec al Reino Unido, tenemos que darle algo más en el portfolio.
Tenemos que tener  amplitud  porque no todas las cocinas funcionan con ese varietal. Por ejemplo con cocina peruana va bien un espumante.

Es difícil competir con un Cabernet Sauvignon porque Chile tiene buenos ejemplares. Napa y Bordeaux mucho más. Pero cuando prueban un Malbec estamos por encima y aunque es un trabajo de hormiga, hay que seguir potenciando nuestro Malbec . Hay que darle continuad y estabilidad a la comunicación.

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