Lorena Lorca: «Soy consciente de la importancia de vivir el día a día»
El reinado Nacional de la Vendimia en el 1996 marcó el destino de esta bella paceña quien hoy, 26 años después, es la cara y productora integral de Wine Ride, un programa íntegramente ligado al turismo, el Vino y la pasión por las motos
El mes de marzo de 1996 marcaría gran parte de la vida de esta hermosa mujer paceña quien sin aún haber terminado el colegio secundario, se alzaba en ese entonces con la corona que la convertiría en Reina de la Vendimia. Ella, Lorena Lorca, comenzaba a escribir su historia, no solo siendo la primera y hasta ahora, única reina nacional del departamento de La Paz, sino que abría un largo camino en el cual sus orígenes, la pasión por el Vino y los valores inculcados en su niñez, conformarían el ADN de esta mendocina ¡de pura cepa!
Así, el mes de agosto es inaugurado por Lorena para unirse al gran portfolio de grandes mujeres que han ido sumándose al #UniversoVoilà buscando conocer cómo lleva adelante su rol de productora de su propio programa Wine Ride, cómo siente la presión de ser una mujer en un mundo tan marcado por los hombres como es el de las motos, y por supuesto, su relación con el mundo del Vino y sobre todo, su rol más importante: el ser mamá.
¿Cuándo y cómo surgió en vos la pasión por las motos?
L.L: La pasión por las motos arranca con mi papá en La Paz cuando tenía unos 12 años. Él era quien andaba en moto y llevaba el amor por todo lo que son los motores. Primero comencé con los autos aprendiendo a conducir en una camioneta Ford. Exactamente después pasé a Chevrolet… ¡así es que he manejado todo hasta camiones! Pero todo ese amor por los motores fue por mi papá, pero no solo porque le encantaban sino que él quería que sus tres hijos supiéramos manejar motos y autos. Sin embargo, fue mi mamá quien me regaló mi primera moto para mis 15. Imaginate que en esos años, en La Paz, no había boliches y las fiestas de 15 eran como ‘la fiesta en el pueblo’. Mi papá ya había fallecido y fue ella quien no solo me hizo una hermosa fiesta sino que me hizo ese increíble regalo. ¡Cómo habrá sido la emoción que tenía que pasé de largo con mi vestido de 15 puesto recorriendo el pueblo arriba de la moto cual princesa! ¡No sabés cómo quedó…todo quemado por el caño de escape! En una semana le hice 500 km a esa moto.
Si bien el mundo de las motos ha sido ‘culturalmente’ más varonil, es evidente que en los últimos tiempos las mujeres comienzan a animarse al ‘andar en dos ruedas’. En este sentido, ¿cómo ha sido para vos este escenario?
L.L: A ver, siempre anduve en moto. De hecho, cuando me vengo a Mendoza y me caso, con mi ex marido teníamos moto. La gente de La Paz o la que me conoce de siempre, sabe de esta pasión por los autos y las motos, pero obviamente que la mayoría me relacionaban más como reina. Si bien el mundo de las motos es bastante masculino y se va destacando alguna que otra mujer, no es muy común. Ahora, en todos los aspectos profesionales, poco a poco ha ido cambiando el rol de la mujer y en el mundo de las motos también. Sí es un mundo muy masculino pero a mí me sucedió todo lo contrario creo porque logré sorprenderlos. Al principio, me probaban, por ejemplo, antes de prestarme una moto o algo para ver cómo me desempeñaba. De por sí, este tipo de motos son muy caras y por lo general, son como los libros que en alguna época no se prestaban (risas) y, en consecuencia, el dueño de la moto la cuida mucho. Entendía lo que pasaba.
«También creo que no solo los sorprendí sino que poco a poco comenzaron a admirarme ya que vieron que no solo sabía manejar motos, sino que además hacía motocross, enduro, es decir, conducía todo tipo de motos. Me apasionan y cada vez lo voy a haciendo un poquito mejor porque recibo clínicas de los mejores del mundo», agrega Lorena.
¿Pero es evidente que tenés una habilidad nata?
L.L: Andar en moto es para mí una práctica constante y creo que en sí todo lo relacionado con el deporte, siempre se me ha dado con mucha facilidad. Me es fácil aprender, obviamente que esto implica también mucho de técnica pero también soy una mujer con fuerza que puedo dominar una moto grande. Por supuesto, que soy muy cauta y no tomo riesgos innecesarios ya que una moto no deja de ser peligrosa; no es como ir en un auto que estás más resguardada o en una camioneta… en la moto, es el cuerpo el que está más expuesto.
Hablemos un poco de cómo llegas a Wine Ride. ¿Cómo surgió esta idea de recorrer distintos puntos del país en moto?
L.L: Fue en plena cuarentena cuando surgió en mí esta idea. Volviendo a casa por Chacras de Coria –lugar donde vivo- de comprarle medialunas a mis hijos, estaba lloviendo e iba admirando todo ese paisaje y sentí algo muy profundo que me llevó a pensar cómo con los maravillosos paisajes mendocinos que tenemos no se hacían más cosas. Y me imaginé esa sensación que estaba sintiendo llevándolo a un formato que me permitiera unir mi amor por Mendoza, por mis raíces y por una de mis grandes pasiones como son las motos. Fue así que un minuto antes de llegar a casa dije: ’Voy a hacer un programa arriba de una moto mostrando todo esto que sentía’. Entré y se los conté a mis dos hijos, Agustín y Mora: ‘La mamá hará un programa arriba de una moto’, y mi hijo me respondió que cómo lo haría si no tenía ni moto. Pero por la generosidad de mucha gente, de vecinos, amigos, y redes de contactos que fui armando. Me fueron prestando motos, ropa, casco…¡no tenía nada, solamente la idea y las ganas de llevar adelante este proyecto! Así armamos el primer piloto en un contexto de plena Pandemia donde todos estaban ávidos por hacer pero nadie podía. Mucha gente, dueños de bodegas, de emprendimientos de campo, gastronómicos, se fueron sumando y pude contar no solo con increíbles locaciones sino con los mejores chefs de Mendoza y motos de primer nivel. ¡Todos no dudaron ni un minuto en sumarse y colaborar!
¿Hoy Wine Ride ocupa un lugar destacado en la televisión local?
L.L: Desde el minuto uno se ha puesto en el prime time de canales como el El Garage TV no solo para Argentina sino también para Chile y España. En algún momento también estuvo en otro canal local mendocino pero ahora solo en Acequia (N. de la Editora: días de emisión de Wine Ride: sábados 21.30 hs. por Garage TV y domingos 12 hs, por canal Acequia).
¿Qué te ha permitido descubrir con este programa?
L.L: Wine Ride no solo me ha permitido comunicar turísticamente Mendoza sino que al forjar vínculos con deportistas de otros lugares, también he podido mostrar otros sitios del Argentina. Por ejemplo, hace poco entrevisté a Kevin Benavides quien es un motociclista salteño, especialista en enduro y rally raid, miembro actualmente del equipo KTM. Es uno de los argentinos más destacados en raid. Fue varias veces campeón argentino y latinoamericano de enduro y Dakar Champion 2021. Como oriundo de Salta fue allí donde se produjo todo el programa mostrando no solo a este gran deportista sino parte de las maravillas que tiene esa provincia. Programas de este tipo han llevado a que me conozcan y que me llamen de todo el país para hacer Wine Ride en distintos puntos. Además, este ciclo me ha permitido conocer a parte de quienes conforman el podio de los 10 mejores del mundo ya que cinco son mendocinos, que al entrevistarlos, me han facilitado contactar con otros deportistas internacionales destacados.
Como productora general del ciclo, ¿cuál considerás que ha sido el secreto de su éxito?
L.L: Honestamente creo que en todo lo genuino que es porque también esto que una mujer sea la conductora y a la vez, la productora integral del programa y que además te maneja todas las motos, todo eso genera un fuerte impacto. Este programa lo que tiene es todo el amor por los motores, por los paisajes, y tiene una connotación extra que reside en que cada programa, también se busca comunicar la historia, contando un poco de esas raíces e identidad de esos caminos por donde circulan muchos motociclistas y turistas. Por ejemplo, en Mendoza, he destacado el tema de a Ruta Sanmartiniana que tal vez uno pasa por ahí sin percatarse lo importante que es. Entonces, creo que Wine Ride posee un conjunto de cosas que lo hace muy simpático y atractivo para el televidente.
¿Nos podés adelantar un poco de lo que podremos ver en el futuro de este ciclo?
L.L: Ya estamos trabajando para el 2023 pero con vista de hacer un programa totalmente más dinámico, que es algo que quería lograr desde el minuto cero pero bueno, todo esto ha implicado mucho aprendizaje. Producir conlleva muchísimo trabajo y lo realizo exclusivamente yo. Por supuesto que cuento con un gran equipo que me acompaña, sin embargo, desde la idea, pasando por la organización integral, la conducción, dirección, musicalización y hasta la edición, estoy al mando de eso. ¡Paso horas junto a la editora chequeando qué imágenes irán en cada programa! En síntesis, la idea es que el año que viene sea todavía concentrarlo y con pocos minutos de duración.
«Puedo decir de manera orgullosa cómo ha crecido Wine Ride en menos de dos años de vida convirtiéndose en un producto apetecible para canales que están en primera línea en Argentina. Sin embargo creo que la clave es el haber contado con relaciones genuinas como las que tengo y que han hecho que hoy Wine Ride sea un éxito. ¡Lo decreté desde el minuto uno!», enfatiza Lorena a Voilà.
Lorena Lorca: de La Paz al cetro nacional de la Vendimia
El año 1996 trajo para vos sin duda un cambio en tu vida que fue el convertirte en Reina Nacional de la Vendimia, ¿cómo definirías ese momento que viviste a tus 18 años?
L.L: Ha sido tan importante en mi vida que fue un antes y un después el haber sido Reina Nacional de la Vendimia y poder ser una embajadora de Mendoza y del país representando en otros países a mi provincia. Hablo de una chica de 18 años que en el ‘96 salía de La Paz -literalmente- al mundo y de cómo me abrió la cabeza. Fue tal el impacto de ese momento de mi vida que todo lo que viví tiene mucha incidencia ahora en mi programa Wine Ride. El tema del Vino, las raíces, valorar lo mendocino, más todas mis vivencias y mis influencias de esa época y todo lo que puedo mostrar al mundo como embajadora en este programa, lo he trasladado de lo que aprendí siendo Reina Nacional. Creo que el ser de La Paz, de ser de un pueblo de ‘tierra adentro’, es todo lo que yo vuelco en cada programa y también lo que gusta. ¡Es lo más bonito que yo puedo dar y sinceramente, es mi ADN!.
Muchas ex reinas vendimiales han seguido participando activamente en distintos roles y hasta cargos políticos, sin embargo, vos has buscado un camino distinto, apostando por ser vos misma al creadora de tus ideas y artífice de ellas. ¿A qué se debe esta decisión?
L.L: Siempre me han ofrecido participar en política y hasta con candidaturas importantes, es más, hace muy poco tiempo me ofrecieron ser candidata a intendente de La Paz pero lo rechacé.
¿Se puede saber la causa?
L.L: Soy una apasionada de lo que hago y creo que le sumo más a mi provincia y a mi departamento promocionando desde un programa de televisión turístico, mostrando La Paz y toda Mendoza, desde un lugar que me apasiona como es desde una moto, que lo que haría desde la política. Siempre he estado socialmente muy vinculada ya sea desde la CO.RE.NA.VE, como así también trabajando para Mendoza desde otra óptica, desde este que es mi rol. Por lo pronto, no me veo en la política en este momento de mi vida.
Tras esa sonrisa que tanto la caracteriza y esa imagen de mujer aguerrida que despliega, Lorena Lorca tiene dos grandes amores que según sus propias palabras ‘son su verdadero motor’. Y ellos son sus hijos, Agustín (16) y Mora (13).
En relación a tu rol de mamá de Agustín y Mora, ¿cómo te definirías como madre?
L.L: ¡Te lo deberían decir ellos! Pero te diría que soy una mamá muy apasionada, tanto en mi trabajo como con mis hijos que son para mí lo máximo y a los cuales vuelco un amor incondicional. Y realmente me emociona hablar de ello, sobre todo porque quiero inculcarles todo lo que me dieron mis padres, por ejemplo, el valor del oficio. Hoy, Agustín trabaja conmigo a la par en cada proyecto de cada programa. Lo escucho, aprendo de su visión de centennials y valoro cada idea que me aporta. Por eso te digo que este oficio de productora -que también lo traigo de mi papá quien tuvo una en La Paz-, pueda transmitírselo a mi hijo tal como a mis 12 años trabajaba junto a mi padre. En cuanto a Mora, también está junto a mí. En pocos días se emitirá una edición especial de Wine Ride por el Día del Niño y será conducido por ella, y en donde los niños serán el centro del programa. Deseo transmitirles el valor y el esfuerzo por el trabajo.
Sos muy unida a tu mamá, ¿la tenés como referente de vida?
L.L: ¡Absolutamente! Ella ha sido mi primer inversionista en este proyecto. Apoyándome incondicionalmente. Es la referente total en mi vida. He sido tan afortunada en tener los padres que tuve que soy una agradecida. A mi papá tuve el privilegio de disfrutarlo hasta los 14 años y fue una influencia muy grande. Y en cuanto a mi madre, lo ha sido tanto para mí como para mis dos hermanos. Mi madre es un roble, muy trabajadora, tras enviudar, llevó adelante una familia con 34 años pero siempre, para adelante. Aún tras perder a mi hermano Fernando hace unos años atrás, ella logró salir, ser resiliente y eso que tanto admiro de ella, es lo que deseo poder ser para mis hijos: ¡un cuarto de lo que ella ha significado para mi vida!
Sin duda que quienes te conocen hablan de una característica muy definida de tu personalidad y es la energía y ‘buena vibra’. ¿Te consideras una persona positiva?
L.L: Creo que todo lo que ve la gente es realmente como soy. Si bien a todos nos costó reinventarnos en cuarentena, con problemas económicos que pudimos atravesar, en mi caso sin trabajo y haciéndome cargo de mis hijos, fueron cosas que me hicieron fuerte para seguir adelante. Mi carácter tiene mucho que ver, no es que uno sea pura sonrisa en la vida pero sí te digo que un 80% de lo que ven en mí es realmente así. Trato de ver todo desde una manera potenciadora y tener fe en que puedo alcanzar lo que me proponga.
¿Y cómo te manejas con los momentos de ‘bajones’?
L.L: Obviamente que los tengo pero busco el apoyo de mis afectos, mis amigas, con la almohada en la noche….pero siempre pensando en que puedo salir adelante. Me considero una mujer feliz y que en el balance de mi vida, he sido realmente afortunada y lo que transmito es lo que vivo. Aún ante pérdidas tan duras como fue la muerte temprana de mi papá y la de mi hermano, soy consciente de la importancia de vivir el día a día, con lo que uno tiene y aferrándose a lo bueno y no estar viendo siempre lo malo. Y que el tiempo es un regalo y hay que disfrutarlo.
PH: Verónica Spinelli @aureostudio.mza / VOILA
Ping Pong al estilo Voilà
Un lugar en el mundo
«Sin duda, La Paz, es allí donde yo me cargo de energía. Es donde me encuentro con mis amigos de la infancia, con mi mamá, recorrer sus calles en las que he andado en moto y donde he sido tan feliz, ese es mi lugar».
¿Un recuerdo que atesorás en el corazón?
«El nacimiento de mis hijos. Siempre quise ser mamá y lo que alguna vez lo soñé a mis 14 años pensando en tener un nene y una nena, hoy lo vivo con ellos».
La persona que quisieras que viera hoy tu presente
«Mi papá y mi hermano. Mi hermano Fernando fue un admirador genuino de mi persona, era muy parecido a mi mamá, muy justo, al igual que ella».
El deseo que proyectas en tus hijos para su vida
«Que vivan haciendo lo que les gusta, siendo felices, ya sea siendo profesionales o con un oficio, logren ser sus mejores versiones y que siempre sean agradecidos de hacer lo que les guste».
¿Qué le dirías a la Lorena Lorca que pasaba su niñez jugando en La Paz?
«¡Que siga jugando y disfrutando como lo hacía! El secreto siempre fue el dejarme ser, que me permitieran explorar en todo y darme la libertad para hacerlo».
¿Cómo te definirías?
«Una mujer generadora. Muy emprendedora y consciente de la importancia de saber reinventarse. Creo que mi mejor versión es la que estoy viviendo ahora, con mi profesión, con mis afectos y con mi entorno… ¡esa soy cien por ciento yo!».
Fotos: Verónica Spinelli @aureostudio.mza / Revista VOILA
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