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Mindfulness, la filosofía consciente del presente

Las vacaciones de invierno pueden ser un gran momento para incursionar en l técnica del mindfulness y adoptarlo como filosofía de vida.

En estos tiempos acelerados, con la vorágine de la coyuntura, el frío, la mitad del año y el estrés a vece nos olvidamos de ese ratito para nosotras, ese ratito fundamental que nos cambia el aire y la manera de vernos. Puede ser meditación, técnicas de respiración, sonidos de cuencos o tantas otras formas de encontrarse con una misma. Todas son valederas, mientras nos brinden energías por eso hoy traemos el mindfulness, una filosofía de vida que nació hace unos años y se instaló.

El mindfulness, también conocido como atención plena, es una práctica basada en la tradición budista que se ha popularizado en Occidente como una forma de mejorar el bienestar mental y emocional. Se trata de prestar atención de manera consciente y sin juicio al momento presente, cultivando una mayor conciencia de nuestros pensamientos, emociones, sensaciones físicas y el entorno que nos rodea.

“El objetivo del mindfulness es desarrollar una atención enfocada y una actitud de aceptación hacia la experiencia presente. A través de la práctica regular de mindfulness, se busca cultivar una mayor conexión con el momento presente y aprender a relacionarse de manera más saludable con los pensamientos y emociones que surgen. Algunas técnicas comunes de mindfulness incluyen la meditación como una práctica central. Consiste en sentarse en silencio y dirigir la atención hacia la respiración, las sensaciones corporales o cualquier otro objeto de enfoque, sin dejarse llevar por los pensamientos que puedan surgir. El objetivo es entrenar la mente para estar presente y consciente en el momento actual” explica la Maestra en Mindfulness, Nora Alvarez.

Hacer mindfulness con los niños y los abuelos en vacaciones

El mindfulness puede ser beneficioso para los niños, ya que les ayuda a desarrollar habilidades de atención, autorregulación emocional y conciencia del momento presente. Algunas técnicas que se puede utilizar para introducir el mindfulness a los niños son: Respiración consciente, lo cual significa enseña a los niños a prestar atención a su respiración. Pedirles que se tomen unos momentos para respirar profundamente y observar cómo el aire entra y sale de su cuerpo. Se pueden utilizar metáforas visuales como imaginar que son globos inflándose y desinflándose y alentarlos a la relajación.

“El mindfulness es una mejora para los niños por varias razones, entre ellas desarrollo de habilidades de atención, ayuda a los niños a entrenar y mejorar su capacidad de atención y concentración. A través de la práctica regular, aprenden a dirigir conscientemente su atención al momento presente, lo que puede ser útil en el aprendizaje académico y en otras actividades de la vida diaria” explica la maestra de Mindfulness.

El mindfulness también puede ser beneficioso para los adultos mayores. A medida que envejecemos, podemos enfrentarnos a desafíos como la pérdida de seres queridos, cambios en la salud y definiciones en el estilo de vida. Aquí se presentan algunos beneficios del mindfulness para los adultos mayores ayudan a la reducción del estrés y la ansiedad asociados con los cambios y desafíos propios del envejecimiento. Permite cultivar una actitud de aceptación y equilibrio emocional, lo que contribuye a una mayor tranquilidad y bienestar general.

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