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Observatorio, el nuevo espacio para comer «platitos» en una bodega

Abrió sus puertas el restaurante de la bodega Dante Robino, propiedad de la firma Quilmes. Una propuesta de otro planeta que se suma a la magia enogastronómica de la provincia

En Luján de Cuyo, entre viñedos y vistas memorables al Cordón del Plata, se encuentra Observatorio, un espacio inspirado en el cielo, las estrellas y los planetas que se une al circuito de los Caminos del Vino con una novedosa apuesta para celebrar recetas simples y reversionadas.



Pensado en una cocina argentina, el chef Juan Ventureyra -quien está al mando del lugar- trae a la mesa una propuesta sabrosa, informal y creativa para sorprender a los comensales que deseen compartir una comida con productos de temporada de primera línea combinados con etiquetas de la bodega para disfrutar de una experiencia única.

Observatorio de Dante Robino es un lugar simple, con detalles y encanto, que entendió un concepto diferente y rompe con todos los esquemas del tradicional restaurante de bodega: desde el mobiliario hasta sus platos y el servicio se expresan de otra manera. Aquí se pueden probar comidas sencillas pero ejecutados con técnica y calidad de producto, y si bien el vino es el acompañante ideal para cada paso, también está la opción de brindar con cerveza.

Hay que mencionar que bodega Dante Robino es propiedad de Quilmes, por lo tanto la cerveza o el gin Bosque -que acaba de recibir 4 medallas de oro en la reconocida competencia USA Spirits Ratings 2023- también pueden ser excelentes opciones a la hora de beber un trago.

Con Observatorio buscamos felicidad. Lo pensamos como un espacio donde se pueda disfrutar de un buen momento en un ambiente relajado, lejos de los menús de pasos y maridajes tradicionales. Aquí la idea es compartir una mesa llena de sabores, con una copa de algo rico en mano

Juan Ventureyra, chef

«Hoy entramos a una nueva movida que es la gastronomía relajada dentro de una bodega, con la idea de terminar ese proceso de pasos que duran mucho tiempo. La gente hoy está para comer unos «platitos» en el centro de la mesa, con menos protocolo», destaca Ventureyra.

La carta ofrece una variedad de sabores que complace a todos los paladares con 18 platos: cinco snacks, cinco entradas, seis platos principales y tres postres. Pero el menú por persona incluye dos snacks, dos entradas, dos platos y un postre a elección con la idea de que todos los platos se compartan en el centro de la mesa.



Algunos platitos que pueden oficiar de tapeo son lengua a la vinagreta; croqueta y sriracha; coliflor asado con salsa de remolacha y nuez; pakora y chutney; carne curada, mostaza y papas pay. Para las entradas se creó una tortilla de papas con lactonesa; hinojo, ricota y brócoli; un delicioso tomate que llega con chaucha y huevo; torta frita con morcilla y manzana; paté de pollo y pickle. El maridaje lo protagonizan Nave Malbec y Legado Cabernet.



Entre los principales destaca una milanesa con gremolata; chorizo y criolla; un vacío de cerdo con chimichurri; pasta con brusela y limón; una cabutia asada con acelga y zanahorias; y hojas verdes con pickles. Todo acompañado por el Gran Dante Bonarda.



Para el momento dulce, hay un budín de pan con helado de americana; un alfajor de chocolate con masa de almendras relleno con mousse de chocolate y compota de limón; y un perfecto sorbete de mandarina con gel de naranja y merengue de limón.

Un detalle importante para destacar es que próximamente además del restaurante, Observatorio contará en su un área de jardines y viñedos con una propuesta descontracturada donde habrá DJs para hacer vibrar los atardeceres de Mendoza.

El espacio está abierto desde las 12 a las 18 horas. El precio por persona ronda los $25 mil pesos.

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