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Otoño: temporada de alergias oculares

Consejos para cuidar de nuestra salud ocular en esta época del año

No caben dudas que el otoño, es para muchos, una de las estaciones más bellas por el paisaje que ofrece y sobre todo, si se tiene la suerte de vivirlo en Mendoza. Sin embargo, más allá de la belleza característica dada por el dorado predominante de la estación, llegan además las ‘poco queridas’ y molestas enfermedades alérgicas que suelen aparecer en todo su esplendor por estos meses.



Sin embargo, si de alergias hablamos, pueden haber diferentes de acuerdo a las causas que le den origen. Hoy, en Voilà, te contaremos sobre una en especial: la Alergia Ocular.

Antes que nada hay que saber por qué se origina este tipo de alergia.

El ojo, por estar expuesto al medio ambiente de forma directa, es uno de los órganos más afectado por los fenómenos alérgicos, siendo un blanco fácil de los alérgenos (pólenes, pelo de animales, ácaros del polvo, esporas de hongos, medicamentos, conservantes, tóxicos, etc). Aproximadamente la mitad de los individuos alérgicos sufren afectación ocular.

«La alergia ocular, o como se la llama en el vocabulario médico conjuntivitis alérgica es un proceso bastante común. Está dada por la reacción del sistema inmune contra un alergeno que normalmente debería ser inofensivo. Cuando el alergeno entra en contacto con el ojo, existen células llamadas mastocitos que liberan histamina en rechazo al mismo. Como resultado, los párpados y la conjuntiva se tornan enrojecidos, hinchados, y comienzan a picar, además puede haber lagrimeo y ardor ocular. Es importante saber que, si bien son cuadros que muchas veces se asemejan a las conjuntivitis infecciosas, las conjuntivitis alérgicas no son contagiosas», señala María Marcela García, médica oftalmóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires.

«Estos procesos pueden darse como fenómeno de contacto reiterado frente a una sustancia (alergia de contacto), pero la mayoría de las veces suelen darse en forma temporal, ligada a estaciones como la primavera, otoño o a los cambios de estaciones (alergia estacional) o menos frecuentemente en forma continua (alergia perenne)«, agrega.

Según señala esta especialista a Voilà, en general las personas que sufren alergia ocular pueden también manifestar alergia a nivel nasal, con picazón nasal, congestión y estornudos a repetición.



Los alergenos responsables pueden ser variados, tales como polvo, polen, el pelo o la caspa de mascotas, el humo, los perfumes, cosméticos, algunas drogas o incluso los alimentos. Algunas personas incluso pueden reaccionar frente a conservantes de gotas oftálmicas, para lo cual su oftalmólogo podrá indicarle alguna libre de conservantes.

El diagnóstico

Para un correcto diagnóstico, García señala la importancia de la evaluación por un oftalmólogo, quien podrá diferenciar la conjuntivitis de causa alérgica de las poducidas por otras causas, como la infecciosa.

Si la alergia es rebelde e intensa, o el cuadro no resulta claro, puede que le solicite estudios de superficie ocular o de sangre. Incluso, puede sugerir la consulta con un inmunólogo en la búsqueda de el o los alergenos a los que usted es susceptible.

«Si bien existe tratamiento médico (colirios antialérgicos, corticoesteroides, o medicación vía oral como la loratadina y derivados, entre otros) el cual se indicará a criterio de su médico oftalmólogo, existen medidas higiénico ambientales para intentar minimizar el contacto con el alergeno al cual somos susceptibles», apunta la profesional de la salud.

Para tener en cuenta:

Mantener limpios y en buen estado los filtros de aire acondicionado, evitando que alergenos del exterior entren al hogar o área de trabajo.

– En alergia al polen, utilizar anteojos envolventes para evitar que éste entre en contacto con los ojos, o si es posible,  intentar no estar al aire libre en horas de mayor polinización (media mañana y al caer la noche) o cuando hay viento.

– Si tiene alergia al polvo doméstico (ácaros) prestar especial atención a su cuarto, utilice almohadas con fundas antialérgicas que minimizan la entrada de polvo (y por consiguiente ácaros), y lave frecuentemente acolchados y cortinados con agua caliente. Evite acumular libros en su habitación. Cuando realice la limpieza de pisos, use un trapo húmedo en vez de barrer, de esta forma atrapará ácaros evitando suspenderlos en el aire.

– Si es alérgico al moho (hongos) haga limpiar regularmente las áreas que concentran altos niveles de humedad, como sótanos, baños y cocina.

– Si la fuente de alergia son los animales domésticos, se recomienda mantenerlos fuera de las habitaciones, lavar las ropas con las que estuvimos en contacto con ellos y el lavado de manos luego de tocarlos.



– Evite entrar en contacto con sustancias cosméticas o alimentos que identificó como desencadenante de la alergia. Utilice productos cosméticos hipoalergénicos de calidad.

También se recomienda usar solución fisiológica u otro agente lubricante (lágrimas artificiales), los cuales ayudan a reducir las partículas de alergenos que se depositan en la superficie ocular. Algunas de estas medidas quizás sean difíciles de implementar, pero recuerde que pueden colaborar en reducir la frecuencia e intensidad de los eventos alérgicos.


Durante la época de otoño es común presentar resequedad ocular, se debe a las esporas que se encuentran en el ambiente producto de la vegetación.

Por último, García recomienda consultar con un médico oftalmólogo, quien lo ayudará a reducir la sintomatología y la inflamación ocular a través del tratamiento médico apropiado.


Agradecimiento: Dra. María Marcela García. MN 120.545. Servicio de Oftalmología. Hospital Italiano de Buenos Aires. IG: @oftalmohi

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