¿Por qué es importante compartir tu vida con un animal?
Las mascotas ocupan un lugar preponderante en la vida los humanos, aportando beneficios físicos y emocionales con la simpleza de un amor para toda la vida.
El mundo animal nos mira con otros ojos. No se fijan si tenemos dinero, ni posición social, ni les importa cuántos seamos en la nodo familiar, lo único que les importa es que le den atención y ellos lo retribuyen con el amor más puro y sincero del mundo. Por eso hoy en el Día del Animal no podemos dejar pasar la importancia de tener una mascota en nuestras vidas, cuanto nos aporta en nuestros estados anímicos, cómo nos enseña del amor y el valor de su mirada.
“No sé si podré cuidarlo”, “No estoy mucho en casa y estaría solo”, “No tengo tiempo para mascotas” “Ensucian” son algunas de las excusas para evitar la experiencia, lo cierto es que para recibir un animal en casa hay que tener predisposición al amor y entender que es una vida a cuidar y con ella acarea todo lo que significa compartir la vida con cosas buenas y malas. Tener un animal enriquece a todos los miembros de la familia. Fortalece vínculos, responsabilidades y sentimientos, porque de algún modo aprendemos de ellos.
La mayoría de las mascotas se adaptan a nuestros ritmos habituales y en la actualidad han pasado a ocupar un rol preponderante en el grupo familiar o en las personas solas. Su alimentación balanceada, el sitio donde duermen, su salud y las atenciones que tenemos hacia ellos se han traducido en otro comportamiento animal donde ellos se sienten parte.
Llegar a casa y el peludo mueva la cola, salte y demuestre felicidad solo de verte es sin lugar a dudas un aporte de adrenalina positiva. Son esos minutos que te mira con los ojos y te dice sin palabras cuanto significas para ellos. Estudios científicos dicen que compartir la vida con un una mascota nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a disminuir el riesgo cardíaco. También evita la sensación de soledad y mejora la vida social y forma física.
Ligado a todos estos beneficios anteriores, las personas con una mascota en casa, especialmente las que conviven con perros y gatos, tienen una vida más saludable, son más felices, tienden a estresarse menos, y, en general, aumentan su esperanza de vida. Parece irrisorio pero cuando pensamos que los sacamos a pasear, ellos nos sacan a nosotros y nos obligan a contactar con la naturaleza. Exploran en las emociones y aunque a veces te a hacen enojar porque rompen una zapatilla o se llevan un adorno o entran con al cuatro patas llenas de barros, otras tantas veces te llenan el alma con la inocencia de su amor incondicional.
Tener una mascota como compañera de vida es una gran decisión, conlleva una responsabilidad que hay que asumir con madurez; pero tras un tiempo juntos, ese ser vivo se transforma en una extensión de amor única y repetible que se llama felicidad.