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25 de mayo: Día Mundial de la Tiroides

La importancia de recordar por qué este órgano tan pequeño es imprescindible para la vida

Desde el año 2007, las asociaciones internacionales de tiroides eligieron el 25 de mayo como Día Mundial de la tiroides, con el objeto concientizar y dar a conocer las enfermedades vinculadas a esta glándula. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS; son más de 750 millones de personas en el mundo que tienen algún tipo de patología tiroidea, y se cree que aproximadamente 60% lo desconoce. Pero, ¿qué es la tiroides?


La función de la glándula tiroidea consiste en producir y almacenar las hormonas tiroideas en cantidad necesaria para responder a la demanda del organismo. Estas hormonas son la tiroxina o T4 y la triyodotironina o T3. Ambas contienen yodo y se liberan hacia la sangre, a través de la cual llegan a los diferentes tejidos del organismo, donde ejercen funciones muy importantes y variadas.

La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello. La función de la glándula tiroides es producir, almacenar y liberar en la sangre hormonas tiroideas, conocidas como T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina), cuyo compuesto básico es la tiroxina. Estas hormonas intervienen en el desarrollo del sistema nervioso y regulan el metabolismo, es decir, el ritmo al que el cuerpo quema calorías para producir energía.

Asimismo, ambas hormonas controlan la frecuencia cardíaca, las concentraciones de colesterol, intervienen en la síntesis del glucógeno, en la utilización de glucosa, y en la formación de vitamina A; mantienen la temperatura corporal e intervienen en el tracto gastrointestinal, la memoria y la fuerza muscular, entre otros.

Por lo tanto, la alteración de estas hormonas genera síntomas variados pudiendo confundirse con otras enfermedades de origen psiquiátrico, cardiológico, gastroenterológico, etc. demorando su diagnóstico. En este sentido, las acciones de las hormonas tiroideas son imprescindibles en todas las etapas biológicas de un ser humano desde la concepción hasta la vejez.


Los síntomas del hipotiroidismo son muy similares a la depresión: cansancio, ansiedad, dificultad para dormir, somnolencia, desaliento y apatía.

Los signos de alerta

Hay distintos síntomas que pueden indicar alteraciones en la glándula tiroidea: aumento o pérdida de peso desmedidos y sin causa clara, frío o calor exagerados, caída del cabello, abultamientos en parte delantera de cuello, dificultad para tragar o alteraciones en la voz, alteraciones menstruales, dificultad para concebir, debilidad muscular, dolores articulares, cansancio desmedido, desgano y alteraciones en el estado de ánimo.

Al tratarse de síntomas similares a otras patologías, la enfermedad tiroidea puede pasar desapercibida. Por eso, es fundamental la consulta endocrinológica y sobre todo, en caso de tener algunos de los síntomas mencionados y/o antecedentes familiares con algún tipo de enfermedad tiroidea.



Las enfermedades tiroideas pueden afectar el funcionamiento de la glándula ocasionando hipotiroidismo (cantidad insuficiente de hormonas tiroideas) e hipertiroidismo (exceso de hormonas tiroideas). Estos trastornos pueden ser de origen autoinmune, aunque hay otras causas. Por otro lado, la glándula puede afectar su anatomía, produciendo aumento de su tamaño en forma global o en forma de nódulo único o múltiple ocasionando en la minoría la posibilidad de cáncer de tiroides.

Como se verá, el diagnóstico temprano y tratamiento adecuado determinan un buen pronóstico en la gran mayoría de los casos. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud convoca cada 25 de mayo a reflexionar sobre la importancia de atender cualquier posible síntoma de una patología que afecta al 10% de la población mundial y que muchos desconocen que la padecen.

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