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Con la inauguración de su bodega propia, ‘Alpamanta’, afianza su compromiso de respeto y armonía con el medioambiente

Dedicada a la producción de vinos biodinámicos, el emprendimiento vitivinícola anexa el nuevo edificio a las 35 hectáreas que posee de finca en la localidad lujanina de Ugarteche

Sin duda que la innovación en el mundo del vino se ha convertido en una constante, sobre todo, aplicándola en ofrecer nuevas posibilidades a un consumidor cada vez más exigente y conocedor de este producto. En este sentido, y desde hace unos años, ha comenzado en afianzarse cada vez más dentro de la industria, los denominados vinos orgánicos, ecológicos y biodinámicos, los que apuestan en ‘su razón de ser’, a diferentes procesos enfocados en el cuidado del medio ambiente en el cual se elaboran y en hacer producciones mucho más específicas, que además de ofrecer una gran experiencia en la boca, puedan brindarle al comensal un valor agregado en cuanto a su impacto ambiental.


En forma de ‘L’, la nueva bodega diseñada por los arquitectos mendocinos Gabriel Japaz y Pablo Guerra, buscó integrarse en perfecta armonía a las 35 hectáreas que posee la finca.

Una de las bodegas que en Mendoza se ha posicionado bajo este concepto es Alpamanta. Ubicada en el distrito lujanino de Ugarteche, el emprendimiento cuenta con 35 hectáreas de viñedos en los que la sustentabilidad, cobra absoluto protagonismo en cada momento que conlleva la elaboración de sus vinos.



Así, con solo ingresar a este emprendimiento, a primera vista y ante la imponencia del paisaje, es posible ver una finca en la que se cultivan varietales como Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah, Merlot, Petit Verdot, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Paralelamente, y de forma integrada, posee una huerta donde se cuenta con todo lo necesario para los diferentes compost que ellos mismos producen. Todo esto junto a espacios enmarcados por olivares y animales que circulan libremente; todo lo cual es importante que se encuentre en el mismo espacio para poder completar el concepto biodinámico.


«Con amor por la tierra»

Ya su nombre permite asociar la marca a su compromiso con el medio ambiente. Y es que Alpamanta significa “amor por la tierra” en la cultura indígena local, una tierra que enamoró a tres amigos europeos– de familias ligadas a la vitivinicultura- que vieron en Mendoza la posibilidad de llevar a delante este gran sueño. Así, Andrej Razumovsky de Austria y su primo André Hoffman de Suiza (ambos descendientes de la noble familia vitivinícola Sayn Wittgenstein) y Jérémie Delecourt, francés (cuya familia es propietaria de Chateaux de la Crois Bontar, productor de rosados en la región de Cotes de Provence), unieron sus pasiones, y dieron vida a la bodega, la cual desde esta vendimia, ha comenzado a elaborar en el recientemente inaugurado edificio propio casa, los 17 vinos que conforman el exclusivo – y exquisito-  portfolio.


Amigos unidos por una misma pasión como es el Vino: Andrej Razumovsky, André Hoffman y Jérémie Delecourt,

Así, y para celebrar la inauguración de este nuevo edificio el cual se integra a la perfección con todo el paisajismo natural en el que se encuentra la bodega, Alpamanta abrió las puertas con un gran evento el cual reunió a importantes referentes de la industria, medios de comunicación especializados en Vino, representantes gubernamentales e invitados especiales, quienes disfrutaron desde la tarde hasta entrada la noche, de un encuentro diseñado para que cada invitado pudiese vivir la experiencia de conocer de cerca, los detalles que hacen de esta bodega, ser una pionera en el país en materia de vinos biodinámicos.


Alpamanta abrió sus puertas con un gran evento al atardecer.

El nuevo edificio

Bajo el diseño de los arquitectos mendocinos Gabriel Japaz y Pablo Guerra, quienes buscaron que la modernidad y minimalismo se conjugaran en una perfecta armonía arquitectónica, la bodega continuará afianzando en esta nueva etapa, el compromiso en el cual basa su producción y que le ha permitido lograr el  posicionamiento de ser  uno de los pocos proyectos certificados orgánico y biodinámico en Argentina siendo una bodega boutique que implementa prácticas biodinámicas las cuales permiten obtener plantas saludables, buenos rendimientos y complejidad aromática sin contaminar los suelos.   

Y es que cuando se pensó en sumar la construcción de un edificio a la finca, junto a la flora autóctona, la fauna existente y los cultivos de viñedos del lugar, el concepto principal fue la integración con el paisaje con la mayor simpleza posible.

Asimismo, es importante señalar que Alpamanta es la primera bodega que desde el inicio trabajó con un asesor externo para incorporar las normas y exigencias de un edificio sustentable a fin de respetar el medio ambiente y vinificar las uvas: uso de luz natural, paneles solares, reciclado de residuos y muros que permiten amplitud térmica buscando el ahorro de energía, son pilares fundamentales de esta construcción.


Desde esta vendimia, ha comenzado a elaborar en el recientemente inaugurado edificio propio casa, los 17 vinos que conforman el exclusivo  portfolio.

La nueva bodega tiene forma de “L”. Sus brazos formados por las naves de tanques (al sur) y la nave de botellas (al norte) se abren hacia el oeste con vistas hacia un gran espejo de agua (biolaguna) y la Cordillera de los Andes. Ambos brazos cobijan la nave de barricas de forma triangular que permite el ingreso de las visitas de Turismo -a través de suaves rampas sobre las cubiertas de techo inclinadas que conducen al ingreso principal- en una terraza mirador ubicado a mitad de altura. En tanto que todas las cubiertas de techo están tratadas como Green Roof (techos verdes) de tal manera que de forma natural se genera la aislación térmica superior. A su vez, la inclinación permite el escurrimiento y cosecha de aguas que finalmente serán colectadas por el estanque de riego tratado paisajísticamente.


La biolaguna de Alpamanta.

De esta forma, viñedos, tierra y hombre se unen en un perfecto equilibrio en este ecosistema en el cual se encuentra Alpamanta y en el que ha buscado desarrollarse. ¿El secreto de su éxito?: “Trabajar de manera armoniosa con la naturaleza y producir vinos que respeten y expresen el terroir», señala como síntesis de este gran proyecto mendocino Victoria Brond, enóloga de la bodega.

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