Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama: todo lo que necesitas saber

Prevención y autoexploración factores claves al momento de prevenir esta enfermedad

‘Todo comenzó al encontrarme una pequeña pelotita en mi mama izquierda cuando me revisaba en la ducha”, señala Eugenia recordando cómo se dio cuenta que algo ‘no estaba del todo bien’ en uno de sus senos. A partir de ese momento, la consulta casi inmediata a su ginecóloga de cabecera llevó a que en poco tiempo pudiese ser detectado y tratado un cáncer de mama de manera inmediata. Hoy, Eugenia, con 46 años, goza de una excelente salud, disfruta de sus dos hijos, trabaja, se ejercita casi diariamente y lleva una vida absolutamente normal en la cual los controles periódicos de su salud, forman parte de su vida naturalmente.

Lo que le sucedió a Eugenia no es un caso aislado. Todo lo contario. En la actualidad, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre la población femenina y su tasa de supervivencia varía dependiendo de la zona geográfica, siendo, por ejemplo, del 80% en Suecia o Japón hasta cifras del 40 por ciento en países con ingresos bajos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Argentina, se producen entre 10.500 y 21.000 casos nuevos de este tipo de tumor cada año.

Si bien es una patología que se puede presentar en cualquier mujer, hay factores de riesgo que pueden predisponer a la persona a desarrollar un cáncer de mama. Algunos de ellos son prevenibles, aunque hay otros que resultan de la condición y características particulares de cada persona.

Las mujeres son el principal grupo de riesgo, concretamente:

• Las mujeres a partir de los 50 años, especialmente a los 60 años (60% de los casos), son el principal grupo de riesgo.
• Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, sobre todo, en parientes de primer grado (madre, hija, hermana).
• Las mujeres que hayan sufrido otros cánceres como el de colón, ovario o tumores malignos en los conductos mamarios o un tumor mamario benigno previo.
• Las mujeres que hayan tenido una menstruación precoz (menos de 12 años), una menopausia tardía (más de 55 años), un parto tardío (más de 30 años) o no hayan tenido hijos.
• Las mujeres que se hayan sometido a terapias hormonales sustitutivas (THS). Usar estrógenos durante más de 5 años puede ser factor de riesgo.
• Las mujeres con exceso de peso o que han consumido excesivo de alcohol durante años pueden tener mayor riesgo.
• Si existe una historia familiar de cáncer de mama conviene pedir un consejo genético, que consiste en un estudio del patrón genético de un paciente con un tumor, en este caso cáncer de mama, que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética (BRAC1, BRAC2). En mujeres con riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de mama existen varias opciones terapéuticas. El médico deberá estudiar cada caso individualizado y valorar, junto con la paciente, cómo modificar los factores de riesgo que puedan influir (tratamiento anticonceptivo, embarazo, etc.), cómo realizar un diagnóstico precoz y apoyo en la toma de decisiones preventivas quirúrgicas, o farmacológicas.

Es importante no olvidar que los hombres también pueden sufrir un cáncer de mama, patología que está aumentando su incidencia en el colectivo masculino en los últimos años.

Como en la mayoría de las enfermedades, el diagnóstico temprano es el elemento central para aumentar las probabilidades de evolución positiva de la paciente. Si se detecta la patología a tiempo el tratamiento suele ser más efectivo y hay más chances de que la mujer vea un resultado en su cuerpo.

¿Cómo diagnosticarlo?

La detección precoz es fundamental. Las mejores formas de detectar cualquier anomalía a tiempo son:

1. Autoexploración mamaria: todos los meses para detectar cambios, bultos o anomalías en tus mamas.

2. Revisión ginecológica: conviene acudir anualmente al ginecólogo para hacer una revisión y explorar el estado de tus mamas.

3. Mamografía: la mamografía de diagnóstico es uno de los principales métodos, que además se utiliza para estudiar otras patologías relacionadas con la mama. Se trata de un análisis que arroja imágenes en las que el especialista puede ver si hay alguna formación patológica, como un bulto por ejemplo, o si un área de la mama se ve alterada.

Cabe señalar que las mujeres a partir de los 45 años deben realizarse una mamografía periódicamente. En mujeres con factores de riesgo se recomienda realizarse una radiografía de mama cada dos años a partir de los 40 y cada año a partir de los 50. Si se han dado bultos benignos o se ha sometido a una extirpación conviene realizar revisiones periódicas cada menos tiempo para controlar que no se produzca metástasis. Se puede realizar una ecografía mamaria complementaria.

Pasos para realizar la autoexploración mamaria

En lo que respecta a las mujeres, los pasos a realizar en la palpación mamaria son los siguientes:

1. Con los brazos colgando a ambos lados del cuerpo, se debe observar si los senos presentan el aspecto y tamaño habituales.
   
   
2. Colocando las manos detrás de la cabeza, el segundo paso es observar los pezones, buscando alguna secreción anormal de líquido claro, lechoso o sanguinolento.
    
3. Después, se deben estirar los brazos hacia arriba para poder ver si existe alguna diferencia en el tamaño o forma de ambas mamas, además de observar si se presentan bultos en las axilas.
    
4. ·Cuando se dé por finalizado el examen vertical, la paciente se acuesta sobre una superficie plana, colocando el brazo del mismo lado detrás de la cabeza y apoyando la cabeza en una almohada. Se debe palpar con la yema de los dedos, presionando el seno con movimientos circulares y comenzando desde la zona más alejada del pezón.

Por último recordar que en muchas ocasiones, los especialistas recomiendan llevar a cabo esta exploración en la ducha ya que la piel se encuentra más resbaladiza y es más sencillo detectar posibles protuberancias.

Que este 19 de octubre, fecha en la cual se celebra mundialmente el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, lodamos afianzar el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres, accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos para dar batalla a esta enferemedad. ¡Tomemos conciencia!