Ejercicio físico y yoga: la dupla perfecta para mejorar tu salud
El Instituto Médico Belona destaca junto a la profesora de yoga integral, María Giordano, los beneficios que genera practicar un deporte y cómo combinarlo con la disciplina milenaria. Tips para potenciar el rendimiento y el bienestar físico
Hace muchos siglos, cuando se planteaba que una mente sana podía existir en un cuerpo sano -y viceversa- los griegos tuvieron una visión holista del ser humano, y de hecho estaban por el camino adecuado para recorrer en futuras investigaciones el desarrollo de una intervención integral en promoción, prevención y tratamiento de muchas patologías humanas.
Hay evidencia teórica que indica que el ejercicio físico tiene una fuerte influencia en factores que no se habían considerado anteriormente. Estados emocionales como ansiedad y depresión, disminución del estrés, mejoras de las capacidades intelectuales y cognitivas, apoyados en cambios funcionales a partir de la práctica de la actividad física y el deporte.
Esto implica que la actividad deportiva puede considerarse un elemento central y fundamental en los programas de promoción de la salud para poblaciones infanto-juveniles con y sin patologías específicas -como las dificultades de aprendizaje, los síntomas de hiperactividad, algunos casos de deficiencia mental y conducta disocial.
«Cualquier tipo de actividad física, ya sea de bajo o alto impacto, liberan endorfinas que actúan directamente sobre el cerebro produciendo sensación de bienestar y relajación inmediata. Además, inhiben las fibras nerviosas que transmiten el dolor, generando analgesia y sedación», explican los profesionales médicos de Belona.
En 2001, la OMS destacó la importancia que se le ha asignado a la actividad física y el deporte en la mayoría de los países como elemento favorecedor de la longevidad y la calidad de vida, promoviendo la salud para todos y presentando como principal objetivo el incentivar la práctica cotidiana de la actividad física de forma moderada o regular, disminuyendo el impacto de las enfermedades crónicas que junto con la abstención del tabaco y el hábito de una dieta sana, conforman una estrategia global para prevenir numerosas enfermedades no transmisibles.
«Desde el enfoque físico, el ejercicio deportivo mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular, respiratorio, digestivo y endocrino, fortaleciendo el sistema osteomuscular, aumentando la flexibilidad, la disminución de niveles séricos de colesterol y triglicéridos, intolerancia a la glucosa, obesidad y adiposidad», resalta Eugenia Genest, directora del instituto médico.
Ahora bien: ¿qué puede aportar el yoga durante la práctica de un deporte?
Enfocada en esta perspectiva, la profesora de yoga, María Giordano comenta: «Si estas comprometido con tu bienestar físico, psíquico y emocional, no dudes agregar yoga a tus deportes favoritos, esta disciplina incorpora la conciencia de tu cuerpo desde un enfoque holístico mejorando tu calidad de vida».
Una publicación de la Escuela Internacional de Yoga asegura que esta disciplina milenaria alivia el dolor, mejora la circulación y la respiración, regula el sistema nervioso y el endocrino, controla el peso, proporciona acondicionamiento cardiovascular y desarrollo de la conciencia.
Esta disciplina, busca el equilibrio perfecto entre la respiración y el movimiento permitiendo que la mente y el cuerpo dejen de ser dos entidades autónomas y se transformen en una sola. Así mismo garantiza el equilibrio entre el cuerpo y la mente y es ideal tanto para realizarlo solo o como complemento de otras actividades más fitness.
«Por ejemplo, si eres corredor, calientas y estiras con poses orientadas a las piernas; mientras que a los ciclistas les convienen extensiones que potencien su capacidad pulmonar», destaca la profesional.
Cualquier persona puede aprender y practicar esta disciplina que también resulta adecuada para muchos atletas, puesto que proporciona una mejora de la condición física, un mayor control de la respiración y la relajación, un incremento de la flexibilidad, así como una actitud mental idónea que favorece el estado de flow y aumenta el rendimiento deportivo.
María Giordano
Los deportistas que lo practican adquieren conocimiento acerca de la conexión entre su mente y su cuerpo, mejoran la claridad mental y la concentración, y están más preparados para los desafíos a los que se enfrentan. Sus beneficios aplicados tanto a la salud como al rendimiento deportivo están sumando cada vez más adeptos, que buscan mejorar su estado de bienestar global o su condición física.
¿Entonces, por qué el yoga mejora el rendimiento deportivo?
- Favorece la flexibilidad
En general los deportistas le dedican muy poco tiempo a la elongación después de haber realizado cualquier actividad física, sin embargo, esta es tan importante como la actividad realizada. En tal sentido, las asanas o posturas de yoga nos ayudan a aumentar la capacidad de mover los músculos y las articulaciones a través de su gama completa.
“Ser flexible y tener buenos patrones de movimiento ayuda a tener mayor velocidad, potencia, nitidez de movimiento y una mayor recuperación”, expresa Giordano.
- Aumenta la fuerza
Al realizar una rutina con distintas asanas de manera habitual, aumenta el tono y la fuerza muscular. Las posturas del yoga se mantienen durante largos períodos de tiempo, lo que provoca contracciones isométricas de los músculos, generando una ganancia de fuerza.
Con una práctica de yoga constante se trabaja el fortalecimiento de las fibras musculares que apoyan y rodean los músculos más utilizados en los distintos deportes, esto significa que se produce una fuerza global más equilibrada y óptimamente funcional.
Existen estilos de yoga más modernos, que más te ayudarán a aumentar la fuerza, como el Power Yoga.
- Ayuda a prevenir lesiones
Cuando los músculos no se restauran, alargan y estiran, los desequilibrios y las lesiones se producen con mayor frecuencia. Esto es muy común entre deportistas de diversos niveles y disciplinas.
Muchas posturas de yoga, como por ejemplo la del “Perro boca abajo” (Adho Mukha Svanasana), movilizan y extienden la espalda, los hombros, los tríceps, los glúteos, los isquiotibiales, el recto anterior, y los gemelos, fortaleciendo los músculos y aportando flexibilidad al cuerpo. Esta postura es muy recomendable para prevenir lesiones de tobillo, por lo que está especialmente recomendada para corredores o triatletas. Además, ayuda a prevenir lesiones de codo y muñeca en deportes como el tenis.
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- Mejora la resistencia y la recuperación
Aunque el rendimiento deportivo es multifactorial, es evidente que la resistencia juega un rol importante en el deporte. Según la ciencia, el yoga mejora la resistencia tanto aeróbica como anaeróbica.
A pesar de que el yoga no es un ejercicio aeróbico, la respiración yóguica (pranayama) aumenta la capacidad de los pulmones al mejorar la flexibilidad de la caja torácica y permite que los pulmones se expandan por completo.
Por otro lado, tan importante como el entrenamiento es la recuperación. Para evitar el sobreentrenamiento y seguir rindiendo a un nivel adecuado, es necesario que los deportistas entiendan que los períodos de recuperación tras la actividad física son fundamentales.
«Finalmente, el yoga es una forma de descanso activo, lo que significa que, con su práctica, el organismo emplea mecanismos biológicos y procesos metabólicos y celulares de reparación de tejidos y de generación de moléculas, como por ejemplo enzimas, que permiten seguir rindiendo a un buen nivel», concluye la instructora.
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