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La relación entre el esmaltado de uñas y el cáncer

¿Mito o realidad? Cuánto hay de cierto que el esmaltado semipermanente puede causar cáncer y cuáles son las prevenciones a tener en cuenta ante este tipo de prácticas.

En los últimos tres años, el esmalte semipermanente se colocó entre las tres primeras prioridades de la estética femenina junto con la peluquería y la depilación. Tener las manos impecables con las unas esmaltadas siempre estuvo entre los servicios más importantes para las mujeres ya que otorgan cuidado y femineidad, sin embargo, la manicura toma un valor superador y se puso en juego la creatividad con manicuras que logran arte.

Bajo este panorama, se potencia el uso del esmaltado semipermanente que permite tener las manos impecables por 3 semanas, pero necesita imperiosamente el uso de lámpara LED para su secado. La gran ventaja de este tipo de esmaltado es que el secado es completo y no hay riesgos de que se estropee nada más dejar el salón. Su brillo es impecable y su larga duración esta en función del crecimiento de la uña natural. Pero hace unos meses, un par de casos de cáncer en las cutículas, uñas y piel en manos despertó la atención sobre el cuidado o la prevención ante este tipo de servicios estéticos.

“Es importante saber que las lámparas utilizadas en manicura para el secado del esmalte emiten radiación ultravioleta A, a la cual se expone la piel de la mano, incluyendo la piel que se encuentra debajo de las uñas, quienes, con repetidos y continuos procedimientos de este tipo, va produciendo adelgazamiento de las mismas por el efecto de esta radiación sumado a la agresión del método de retirado del esmalte. Si bien la dosis de radiación de estas lámparas es mínimas, muy bajas y por muy poco tiempo, la exposición crónica, permanente y excesiva a dicha radiación puede provocar modificaciones en el ADN, aumentando así la posibilidad de una transformación maligna” manifiesta Rocío Muñiz, médica dermatóloga, y agrega: “Actualmente contamos con artículos científicos que nos hablan de este riesgo desde el año 2009, donde se reportan casos (y cada vez más) de presencia de cáncer de piel en manos de pacientes jóvenes que realizaban esmaltados con lámpara de secado, con alta frecuencia y por tiempo ininterrumpido, en los cuales este era el único riesgo evidente asociado”.

Hubo un caso muy renombrado en el Hospital Italiano de Buenos Aires con el diagnóstico de carcinoma espinocelular debajo de la uña de una paciente que realizada esmaltados cada 15 días por más de 2 años. Es importante aclarar que el problema no radica en la máquina en sí, sino en su uso excesivo, desmedido y frecuente. Además varios especialistas no descartan el uso de protector solar ante el uso de lámparas led, ya que coincidieron en comparar su efecto con una cama solar. “Cuando realices esmaltados con lámpara de secado, recomendamos aplicar protector solar en las manos de 20 a 30 minutos antes de exponerlas. Esto reducirá la exposición de la piel de toda la mano a la radiación UV” aconsejo la Dra. Muñiz.

“Es fundamental encontrar un equilibrio en nuestras prácticas de manicura, esto no significa dejar de realizar esmaltado con lámpara de secado, sino ser prudentes en su uso y tomar algunas precauciones” agrego la dermatóloga. Es preferible utilizar el secado de lámpara en forma ocasional o para eventos especiales, en lugar de hacerlo de forma permanente. Los dermatólogos recomiendan dejar un período de descanso de 2 a 3 meses. Durante ese tiempo, optar por la manicura convencional sin el uso de la lámpara. Esto permitirá que las uñas se recuperen y minimizará la exposición a la radiación UV, evitando también que la uña se afine tanto que la radiación afecte directamente al lecho ungueal (la piel por debajo de la uña).

Conocer la importancia del uso responsable, adecuado y con una frecuencia espaciada de esta práctica como así también conocer las medidas de cuidado para su utilización, mejoran la prevención de cualquier efecto posible. Ante cualquier hallazgo o cambio observado en piel de manos o uñas, siempre consultar con un dermatólogo.

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