Trucos para no aumentar de peso en invierno
¿Sos de los que recurren a la comida cuando los días se ponen fríos o nublados? Hay muchos factores que nos pueden hacer engordar en invierno. Aquí, algunos tips para que no caigas en el sedentarismo y la comida por ansiedad
A muchas personas, el frío, los días grises, la lluvia y menos horas de luz diurna -típico de esta temporada- les afecta el ánimo. Por ello hay una mayor tendencia a la depresión y recurren a la comida por ansiedad. Además, el clima invita a estar amparados en el calorcito del hogar disfrutando de una ‘peli’ y privarnos de salir a hacer ejercicio, lo que provoca un incremento al sedentarismo.
En los meses de invierno, los alimentos grasos y calóricos se convierten en un imán. Sin bien los carbohidratos son necesarios en nuestra dieta, es importante no abusar de ellos y buscar un equilibrio. El arroz, la pasta, el pan son muy beneficiosos pero hay que consumirlos con control, y si es en versión integral, mucho mejor.
A diferencia de lo que sucede en verano, en la estación más fría del año no sentimos la tentación de comer alimentos frescos y refrescantes como la fruta (también porque en invierno hay menos variedad), por lo cual nuestra mente se inclina por consumir comidas calientes y más calóricas. Para evitarlos, te recomendamos ponerte un recordatorio en tu celular para beber más agua, hacerte infusiones de cualquier tipo sin añadir azúcar, o bien beber caldos vegetales. ¡Y si logras incluir a media mañana, una rica fruta habrás construido la dieta perfecta!.
Además para afrontar bien el invierno, nuestro cuerpo necesita vitaminas, sobre todo la vitamina D (que la encontramos en la leche, los huevos, el queso, el pescado), porque el poco sol de esta estación no es suficiente para activar la vitamina D de nuestra piel. También la vitamina C es muy importante por su papel nutritivo, así como para las membranas mucosas, para el colágeno y para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario (puesto a prueba por el ataque de los virus de la gripe).
¿Nuestro consejo? Tomar una dosis básica de todas las vitaminas, y para ello es fundamental ingerir variedad de frutas y verduras.
Pero, sobre todo, para no engordar en invierno es importante practicar ejercicio físico habitualmente, más allá de limitar el consumo de azúcares y grasas.
Si sabemos que salir a correr no es algo que vayamos a hacer por las bajas temperaturas, una buena opción es probar el gym y buscar actividades motivadoras con las que puedas darle a tu cuerpo la energía que necesita, evitando quedarte en casa y que te consuma el aburrimiento.
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Empieza ya un plan de actividad física, adecuado a tus necesidades, a tus gustos y a tu ritmo. Tu organismo necesita moverse y es clave entre los trucos para no subir los kilos de la balanza.
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